Reforma.
Ciudad de México.En los últimos cuatro años se registraron 5 mil 426 riñas en penales federales y estatales, para un promedio de 3.7 hechos violentos de ese tipo al día.
En el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria (DNSP) correspondiente a los años 2013, 2014, 2015 y 2016 elaborado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) se reportó también un total de 271 homicidios cometidos en el interior de los centros penitenciarios.
La mayoría de las riñas fue provocada por “diferencias personales” entre los internos, pero también por agresiones, motivos patrimoniales, estrés, extorsión, desigualdad de condiciones, abuso sexual y porque los implicados estaban bajo el efecto de bebidas alcohólicas, de acuerdo con los informes.
Especialistas en seguridad advirtieron sobre el riesgo de inestabilidad que existe en los centros de reclusión si no se lleva a cabo una reestructuración integral de la administración y del mismo sistema.
“Los conatos de violencia reflejan el hartazgo de los reos ante las malas condiciones en las que están recluidos.
“El sistema penitenciario es obsoleto y corrupto. No garantiza los derechos humanos y no son centros de readaptación, ni reinserción”, consideró Olivia Garza, presidenta de la organización Modernizando el Sistema Penitenciario.
Gabriela Ortiz, consultora en el nuevo sistema de justicia penal, refirió que las riñas son producto de las malas condiciones de los penales y de la corrupción que ha permitido la entrada de armas, droga y teléfonos celulares.
El DNSP 2016 encontró que las fallas con mayor incidencia en los centros estatales se refieren a la separación entre procesados y sentenciados, así como deficientes condiciones materiales, equipamiento e higiene de las áreas de dormitorios, sancionados, sujetos a protección, cocina y comedores.
“Insuficiente personal de seguridad y custodia, hacinamiento, falta de actividades laborales y de capacitación para el trabajo. También se identificaron como deficiencias importantes las condiciones de autogobierno/cogobierno, así como la falta de prevención y atención de incidentes violentos”, señaló.
El análisis fue elaborado sobre una muestra conformada por 131 centros penitenciarios estatales, varoniles, mixtos y femeniles, de los 298 existentes en el territorio nacional, así como los 19 centros federales en funcionamiento.
La CNDH señaló que en la mayoría de los centros estatales visitados no se cuenta con algún programa para la prevención de adicciones y de desintoxicación voluntaria.
“En la mitad de los centros verificados, se observaron áreas de privilegios, así como la presencia de objetos y sustancias prohibidas”, alertó.
