En la 35 edición de “Donají… La Leyenda”, Oaxaca revive la historia que le da identidad

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La princesa Donají fue hija del rey zapoteca Cosijoeza, cuya capital de sus dominios estaba en Zaachila, su nombre significaba “Alma Grande”. Fotos: Erick Torres

Oaxaca de Juárez. Cobijadas bajo una fresca noche y frente a la majestuosa ciudad colonial, más de 11 mil personas hicieron vibrar el Auditorio Guelaguetza, al fusionar sus ovaciones con las voces del Coro de la Ciudad y la música prehispánica, que recreó la trigésima quinta edición del espectáculo teatral y dancístico “Donají…La Leyenda”, historia de sacrificio y amor que muestra parte de la riqueza cultural de la capital oaxaqueña.

En punto de las 20:30 horas, se dio la tercera llamada para dar inicio con esta puesta en escena que sorprendería por primera vez al público con musicalización en vivo en los idiomas zapoteco y mixteco del canto maya denominado “Xtoles”, considerado el canto más antiguo del mundo dedicado al dios sol, a cargo de las y los 30 coristas dirigidos por el maestro Israel Rivera Cañas.

Con la presencia del Presidente Municipal, José Antonio Hernández Fraguas; la Presidenta Honoraria del DIF Municipal, Lorena Córdova Brena; el Gobernador Alejandro Murat Hinojosa y la Diosa Centéotl 2017, Rebeca Itahí Ortiz Santibañez, los más de 80 bailarines del Ballet Folclórico de Oaxaca, hicieron una extraordinaria recreación de la historia de la princesa Donají, que nació en el año 1501, producto del amor entre el rey Cosijoeza y Coyolicatzin. Desde su nacimiento, Tibot un sacerdote de Mitla descifró en el cielo el signo de la fatalidad y predijo que se sacrificaría por amor a su pueblo.

Ante el llamado del sonido de los caracoles, los guerreros zapotecas descendieron con antorcha en mano para abrir paso a las doncellas y anunciar con júbilo el nacimiento de “Alma Grande”.

El escenario se vistió de fiesta y alegría; jóvenes oaxaqueños que durante meses se prepararon bajo la dirección del maestro Fernando Rosales, para compartir con México y el mundo parte de este legado histórico, recrearon en sincronía este acontecimiento.

Acto seguido, Donají representada por Karla Alicia Martínez Platas que descendió al escenario al ritmo de sonidos prehispánicos, sorprendió a los miles de asistentes, quienes reconocieron su interpretación con aplausos que se prolongaron por espacio de un minuto.

La representación continuó con el enfrentamiento entre mixtecos y zapotecos, quienes se afrontaron juntos a los mexicas que trataron de conquistar la región de Oaxaca para anexarla a su imperio.

En medio de tales enfrentamientos, un guerrero mixteco fue hecho prisionero por los zapotecas y puesto a disposición del rey Cosijoeza. Durante su estancia, la princesa Donají descubrió al cautivo de nombre Nucano, quien era príncipe mixteca, enamorándose de él y cuidándolo hasta que se recuperó por completo de sus heridas, momento en el que pidió a la princesa su libertad para continuar en la lucha.

Liberado por la princesa, Nucano alentó a su pueblo a terminar con la guerra, mientras que Donají hizo lo mismo con su padre. Ambos pueblos pactaron la paz, aunque el recelo de los mixtecas les hizo solicitar que Donají se convirtiera en prenda de paz para garantizar la promesa del rey Cosijoeza, ya que de lo contrario sería sacrificada.

Fue en este momento cumbre, cuando las y los integrantes del Coro de la Ciudad sorprendieron con su participación al interpretar el canto “Xtoles”, para recrear el pasaje cuando Donají va de Zaachila a Monte Albán; esto como símbolo para anunciar su 27 aniversario de trayectoria artística a celebrarse el 16 de agosto próximo.

Sin embargo, una serie de eventos sembraron la discordia entre ambos pueblos, provocando su distanciamiento y al mismo tiempo el inicio de violentas disputas.

Anteponiendo el amor a su pueblo antes que su propia vida, la princesa dio aviso a los guerreros zapotecas de que sus carceleros se encontrarían al anochecer en Monte Albán, lugar donde fueron sorprendidos y asesinados por la gente de Cosijoeza. Descubierto el plan de Donají, los mixtecas decidieron vengarse del rey decapitando a la princesa cerca del río Atoyac, lugar donde fue sepultada.

Transcurría más de una hora de la puesta de luz y sonido; las y los asistentes compartieron con las autoridades del gobierno municipal la invitación a reflexionar sobre el sentido de identidad y unidad que debe prevalecer entre las y los oaxaqueños.

Pasado el tiempo, un día de invierno un pastorcillo que caminaba por el río Atoyac descubrió un lirio que lo llenó de asombro, el cual 15 días después se conservaba intacto como si tuviera un enérgico poder; así fue como concluyó esta puesta en escena que fue sellada al rememorar a Donají como la imagen oficial del escudo de la ciudad de Oaxaca de Juárez desde el año 1928.

En la antesala de la puesta en escena, la Dirección de Turismo Municipal entregó un reconocimiento a la familia de don Gustavo Pérez Jiménez, quien durante 49 años narró las presentaciones de la Guelaguetza y fue la voz oficial de “Donají… La Leyenda”; asimismo, en el escenario de la Rotonda de la Azucena se presentaron agrupaciones musicales de la entidad y las corporaciones policiales y de auxilio reportaron saldo blanco.