La Jornada.
Ciudad de México. Ahora se trata de Francisco Toledo: la nueva piel del mundo y el amante de la materia, exposición que reúne 21 piezas textiles hechas en el taller de afelpado del Centro de las Artes de San Agustín Etla (CaSa) en Oaxaca, que se abrirá al público el 10 de agosto en la Galería Myl Arte Contemporáneo.
La muestra se acompaña de un catálogo diseñado por Alejandro Magallanes, con un ensayo escrito por Alberto Ruy Sánchez.
El taller de afelpado se instaló en 2012 a partir de la creación de una pieza para la Biblioteca de México con la finalidad de albergar el acervo bibliográfico de Carlos Monsiváis (1938-2010). En La nueva piel del mundo… Toledo hace gala de su destreza con los materiales y con la exploración de diversas técnicas para realizar textiles, piezas que se elaboran a partir de texturas como la felpa, suave y fuerte a la vez, que impone una abierta relación con el tacto. También emplea el cobre a modo de tejido como un telar.
Y qué decir de la mica de cualidades escamosas, translúcidas, que apela a la fragilidad, a la vez que se mezcla y entreteje con el cuero de res o de cabra, flexible y maleable como un petate contenido sobre una caja, en que sus formas y la relación entre ellas, ofrendan movimiento y extienden una invitación a observar los trazos en grafito que los bichos vertidos forman una y otra vez.
Pasión de un gran amante de la materia
Para Alberto Ruy Sánchez, entre las muchas fascinaciones que ejerce la obra de Toledo, está sin duda su pasión por la materia.
Al respecto, el escritor reflexiona: “habría que decir más bien, su pasión por las transformaciones y las cualidades de muy diversos materiales, pasión que lo exhibe a final de cuentas como un gran amante de la materia. La tremenda curiosidad, la creatividad incontenible, el aburrimiento de lo mismo, son aparentemente algunos de los impulsos que llevan a Francisco Toledo a experimentar incesantemente formas y materiales.
Y a seguir explorando de otra manera las posibilidades de cada uno de los que ya ha utilizado. En algún momento reciente, por ejemplo, una nueva preparación técnica de las telas, de su absorción, vuelve a hacer que la pintura sea atractiva a sus ojos para realizar, a la velocidad de su mano y de su pensamiento, una fabulosa serie de autorretratos.
En otro momento, el hallazgo y recolección de tierras de colores para los jardines lo lanzó a otra nueva experimentación pictórica. Además de haber creado en el atrio de Santo Domingo una sorprendente composición de plantas y de tierras, geome-trías naturales vueltas radiante obra efímera. Todo para él se vuelve motivo de una nueva aventura creativa.
Felpas que son terrible y maravillosamente terrenas
Según Ruy Sánchez eso que algunos llaman la biografía intelectual de un creador, en el caso de Francisco Toledo tendría que estar ritmada, no por una cronología o un camino hacia la madurez sino por sus encuentros con los diversos materiales que lo han ido apasionando a lo largo de su vida.
Agrega que las felpas del pintor, escultor y grabador no tienen nada de humilladas, son terrible y maravillosamente terrenas y hasta subterráneas y subacuáticas pero tienen algo de aéreo para que podamos ver a sus habitantes animales en su aire de goce, en su goce del aire.
La exposición Francisco Toledo: la nueva piel del mundo y el amante de la materia será inaugurada el jueves 10 a las 19:30 horas en Durango 75, colonia Progreso Tizapán, delegación Álvaro Obregón.