La Jornada.
Ciudad de México. Carlos Slim Helú, el hombre más acaudalado de México y sexto en el mundo, creó su emporio en telecomunicaciones a través de una empresa offshore en la isla de Bermudas, revela la investigación Papeles del Paraíso, la cual develó una lista de empresarios, políticos y compañías que tienen sus recursos en los llamados paraísos fiscales.
Appleby, un bufete legal en las islas Bermudas que se fundó hace 119 años y atiende a corporaciones selectas y personas multimillonarias, estuvo involucrada con uno de los grandes negocios de Carlos Slim.
El bufete Appleby tiene oficinas en paraísos fiscales en todo el mundo. Además de su sede principal en las islas Bermudas, tiene filiales en Islas Vírgenes Británicas e Islas Caimán, en el Caribe; la isla de Man y las bailías de Jersey y Guernsey, cerca de Inglaterra; Mauricio y las Seychelles, en el océano Índico, y Hong Kong y Shanghai.
Una serie de filtraciones hechas públicas por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés) da cuenta que la semilla de Telecom Américas fue sembrada a través de ese despacho en Bermudas, en 2000, cuando esa isla figuraba como uno de los paraísos fiscales más opacos. Los inversionistas acudían ahí porque no se cobraban impuestos –tasa cero– a los capitales extranjeros y se ofrecía el anonimato.
En 2000, Slim hizo una alianza con la compañía canadiense Bell y con la estadunidense SBC Communications para expandirse en el aún incipiente mercado de la telefonía móvil. En aquellos días, apenas una de cada 10 personas contaba con un celular en América Latina.
La empresa en Bermudas inició operaciones con un capital de 2 mil 500 millones de dólares. América Móvil y Bell concentraron la tenencia de 88.6 por ciento de las acciones, mientras SBC se quedó con 11.4 por ciento.
La aportación de Carlos Slim fue con dinero en efectivo, mientras sus socios pusieron las concesiones telefónicas que tenían en Brasil, Venezuela, Argentina y Colombia.
En 2000 se creó América Telecom, el holding de América Móvil, y adquirió participación accionaria en las empresas de telefonía celular ATL y Telecom Americas, en Brasil; Telgua, en Guatemala; Conecel, en Ecuador, y Techtel, en Argentina.
Apenas dos años después, Slim Helú controló por completo la empresa en Bermudas; primero compró las acciones de sus socios y, más tarde, incorporó a sus bienes las concesiones esparcidas en otros países. Actualmente es el líder de telecomunicaciones en Latinoamérica y ofrece 362 millones de líneas, la mayoría móviles, en 25 naciones, incluidas algunas europeas.
Telecom Americas Limited operó siete años en Bermudas. En 2007 dejaron la isla para convertirse en una empresa mexicana, según consta en una acta consultada.
En febrero de 2014 –ya instalada en México– se fusionó con Controladora de Servicios de Telecomunicaciones (Consertel), propiedad del mismo Slim.
Alejandro Cantú, director jurídico y de asuntos regulatorios de América Móvil, dijo que la inversión en Bermudas fue un acuerdo entre los socios y que no influyó la tasa cero en impuestos para llegar ahí.
Hubo una planeación fiscal, nada de eso es ilegal. El anonimato en Bermuda no fue lo que nos atrajo; insisto, llegamos ahí por un acuerdo entre los socios, precisó.