La Jornada.
Ciudad de México. Los desastres naturales que afectaron al país en meses recientes provocaron que la economía mexicana se desacelerara entre julio y septiembre frente al trimestre previo, aunque el impacto neto de dichos fenómenos sobre el crecimiento económico se estima “limitado y temporal”, indicó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
La dependencia abundó que los desastres naturales afectaron sobre todo la producción de petróleo y servicios como los educativos y los relacionados con el turismo y el esparcimiento, que fueron suspendidos temporalmente en las zonas afectadas.
Sin embargo, aseguró que dicho efecto ya se desvaneció al restablecerse estas actividades, pues durante octubre de 2017 la producción de petróleo tuvo un crecimiento mensual de 9.8 por ciento, compensando casi en su totalidad la reducción de 10.4 por ciento registrada en septiembre y al 5 de noviembre 95.4 por ciento de las escuelas de Ciudad de México ya habían reanudado sus labores.
Pese a la desaceleración de la economía en el tercer trimestre, Hacienda consideró que el desempeño económico en 2017 ha sido positivo en un entorno externo, que si bien ha mejorado, se mantiene con factores de incertidumbre, principalmente por la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
El crecimiento del PIB acumulado durante enero-septiembre de 2017 es de 2.2 por ciento anual, pero según cifras desestacionalizadas, el crecimiento acumulado es de 2.5 por ciento, igual al registrado en el mismo periodo de 2016; mientras que para el PIB excluyendo las actividades más relacionadas con el petróleo, durante enero-septiembre de 2017 el crecimiento fue de 3.3 por ciento, mayor en 0.4 puntos porcentuales al del mismo periodo de 2016.
El comunicado de Hacienda señala que la dependencia mantiene el rango de crecimiento del PIB estimado para 2017 entre 2 y 2.6 por ciento, pues señaló que la evolución económica y los resultados disponibles “continúan reflejando a una economía mexicana resiliente a un contexto de volatilidad e incertidumbre elevados”.
La dependencia destacó que desde la aprobación de las reformas estructurales, el crecimiento económico se ha acelerado, ya que entre el primer trimestre de 2014 y el tercer trimestre de 2017, el crecimiento anual promedio del PIB es de 2.8 por ciento, mayor que el promedio histórico de los 20 años anteriores de 2.4 por ciento.
También señaló que en el país se observa un sólido desempeño de los determinantes del consumo, principalmente por el dinamismo en la generación de empleos formales, que durante enero-octubre fue de 1 millón 7 mil empleos, el mayor incremento para un periodo similar desde que se tiene registro (1982)