CENTINELA: Simulación…

0
281

Rafael García Zavaleta.

Simular, aparentar, fingir o mentir, están íntimamente relacionados en nuestra realidad social, económica y política. Se simula la legitimidad, aparenta compromiso social el representante popular, finge compromiso con la legalidad el gobernante, pero miente cotidianamente todo el grupo en funciones de gobierno. En particular, del gobierno del estado de Oaxaca, en los tres poderes.

En “el arte de la mentira política”, Jonathan Swift y John Arbuthnot, proponen en el texto, “una clasificación de las falsificaciones políticas, distinguiendo tres tipos: la mentira calumniosa que disminuye los méritos de un hombre público, la mentira por aumento que los infla y la mentira por traslación que los traslada de un personaje a otro. En todos estos casos debe imperar una irrenunciable regla de oro: la verosimilitud. Nada peor que la exageración, “esa prostitución de la reputación”. Decía Gracián: “Son las exageraciones prodigalidades de la estimación, y dan indicio de la cortedad del conocimiento y del gusto”.

El arte del engaño no se rige por los excesos y sí por un cálculo cuyas bases establece el texto: se trata de un arte sabio, del justo medio, una sutil técnica de la medida. El engaño debe mantener su proporción frente a la verdad, ante las circunstancias y respecto a los fines pretendidos.” De gran tamaño ha sido y es la mentira del “milagro oaxaqueño”. Lo que sí es verdad, es que a Oaxaca se avecina una etapa difícil y definitiva.

Porque el anhelado progreso para la mayoría de la población se vuelve lejana y lo que se acerca es una feroz agresión de la Secretaría de Finanzas, ordenada por el representante político del poder ejecutivo del estado. Específicamente en contra de quienes en su momento se fueron a emplacar sus vehículos a otro estado de la federación, sin dar de baja las placas de Oaxaca, lo que ha generado un adeudo mayúsculo y que según se sabe públicamente, la autoridad fiscal del estado, hará efectivo ese “adeudo” mediante ejecución de embargos en bienes de los particulares. Pero esta agresión a la población, repercutirá en evidenciar la mentira política del actual gobernante y en detrimento de la estropeada credibilidad que ya es notoria en distintos sectores y grupos sociales de la población del estado. La perversa y tenebrosa mente que dirige tras el trono los destinos actuales de Oaxaca, va a estirar la liga, calculando qué tanto más aguanta esta estoica y con poca viveza población oaxaqueña. La otra prueba para afianzar la mentira de que se ha domesticado a los oaxaqueños, es la pretensión de someterlos en sus manifestaciones, bloqueos y marchas. Y así sucesivamente para aparentar que a los oaxaqueños se les ha sometido y si han logrado domesticar Oaxaca, por qué no podrá domesticar a México para 2024-2030.

Otra parte de esa estrategia malvada, es el uso faccioso de las instituciones procuradoras y administradoras de justicia, no solo con el fin de sancionar, que eso es desde luego correcto, a los vallistos que abusaron del poder. Hay algo más, someter a la “vallistocracia”, para apoderarse como en la mafia criminal, de la plaza, el estado de Oaxaca, para imponer gobernador por otras décadas. Todo esto se torna más tenebroso si tenemos en cuenta que los que se dicen dirigentes sociales y de izquierda, están relacionados o “enchufados” al mismo personaje tenebroso al que me refiero al inicio de esta columna. Traidores bien posicionados, que cuando pretenden denunciarlos y evidenciarlos, inmediatamente utilizan la acusación salvadora, “son infiltrados” que pretenden dividir a la izquierda. Cuando son estos bandidos, quienes se disputan la preferencia del tenebroso personaje. Así es como predomina la mentira, por eso tiene razón el periodista Muñoz Rengel, cuando dice: “la falsedad vuela, mientras la verdad se arrastra tras ella”.

Aunque finalmente, la verdad saldrá al frente. Pero, si bien es cierto que los soñadores y románticos, siempre han terminado asesinados, hay oaxaqueños, mujeres y hombres, dispuestos a seguir en la batalla, en la lucha por transformar Oaxaca y el País, por darle una nueva oportunidad por la vía pacífica, sin que sea necesario derramar una gota de sangre, aunque fuera del contrario usurpador. Es necesario que los oaxaqueños legítimos se reagrupen, se conduzcan en unidad ante los embates de quienes ya ejecutan estrategias de sometimiento desde el umbral de los tres poderes del gobierno estatal.

Con un Congreso simulador, un Ejecutivo rodeado de incompetentes y un Poder Judicial encabezado por un ilegal magistrado, solapado por el Fiscal Especializado en Materia de Combate a la Corrupción, que resulta ser hijo de quien fuera el Director de Administración del Poder Judicial en la primera ocasión en que el actual ilegal presidente, fuera también titular del poder judicial entre 1998-2004, por lo que por esa relación de amistad y gratitud, lo menos que debería hacer es, excusarse de seguir simulando integrar la carpeta de investigación que resulta.

Desde luego, hacer uso de mi libertad de expresión y por las acciones emprendidas en pro del restablecimiento del estado constitucional de derecho en Oaxaca, los riesgos de mi persona y de mi propia vida, son inminentes. Más, cuando las autoridades irresponsables, que fingen cumplir con su deber, a pesar de haberle solicitado instrumentar las medidas cautelares en mi favor, no lo han hecho. Por lo que al igual que Oaxaca, mi futuro está en riesgo.