La Jornada.
El precandidato del PRI a la Presidencia de la República, José Antonio Meade, y el dirigente del Partido Nueva Alianza, Luis Castro, negocian ir juntos a la elección de 2018.
Sin la presencia del líder del PRI, Enrique Ochoa, el abanderado de este partido se reunió con el presidente del Panal, partido fundado en 2005 por decisión de Elba Ester Gordillo, entonces dirigente del sindicato magisterial, expriísta y actualmente en reclusión, acusada de delitos graves.
El encuentro, dijo el equipo de Meade, fue “para analizar las condiciones de una posible coalición partidista, social y ciudadana capaz de ganar en las próximas elecciones”.
Desde una librería de la colonia Condesa de la Ciudad de México, ambos señalaron que, más que una disputa entre partidos, las elecciones del próximo año se caracterizarán por un enfrentamiento entre dos proyectos de nación.
“El primero, que encabezan ambos partidos, de corte liberal, democrático y moderno, que impulsa el desarrollo integral y que respeta las libertades. El otro, que mira al pasado y cuyos contenidos demagógicos y prácticas autoritarias amenazan a la estabilidad económica, al régimen de libertades y a la democracia mexicana”, se indica en el comunicado emitido por los colaboradores del ex secretario de Hacienda.
Meade y Castro coincidieron en que una posible coalición requiere de la participación y el activismo de las mujeres, los jóvenes y las maestras y maestros, que representan tres de las principales fuerzas de Nueva Alianza.
Al término de la reunión acordaron mantener el diálogo a través de una serie de encuentros entre las dirigencias partidistas, que se llevarán a cabo en los próximos días.