La Jornada.
El denostado productor de Hollywood Harvey Weinstein rechazó las acusaciones vertidas por la actriz mexicana Salma Hayek, que en un duro artículo publicado por The New York Times lo definió como su monstruo.
Todas las acusaciones de contenido sexual, tal como las presenta Salma, son inexactas, y otras personas que fueron testigos de los hechos los entendieron de manera diferente, señaló un portavoz de Weinstein en un comunicado a la revista People.
La actriz relata en el artículo titulado Harvey Weinstein es también mi monstruo el infierno que sufrió durante el proceso de producción, rodaje y distribución de la biopic Frida –centrado en la artista mexicana Frida Kahlo– desde que el magnate entró a formar parte del proyecto.
No recuerda, dice portavoz
Sostiene que Weinstein intentó forzarla a ducharse con él o verla ducharse, a que el productor le diera un masaje o a que le practicara sexo oral. Ante sus repetidas negativas, éste reaccionaba con ataques de furia y llegó a amenazarla con matarla.
La presión era tal que finalmente Hayek accedió a filmar una escena con un desnudo frontal junto a otra mujer, lo que, debido a los antecedentes le produjo una crisis nerviosa. Sin embargo, según el portavoz de Weinstein, éste no recuerda las presiones y niega que la escena lésbica fuera gratuita.
No obstante, el magnate reconoce fricciones creativas, como en la mayoría de proyectos colaborativos, y haber tenido un comportamiento grosero tras una proyección del filme debido al montaje, por lo que afirma que incidió con mano firme.
En su artículo, Hayek lo acusaba sin embargo de intentar boicotear el filme al negarse a estrenarlo en cines porque no lo consideraba suficientemente bueno. Frida acabó estrenándose y se llevó dos de los seis Óscares a los que fue nominada.