El País.
Ciudad de México. Las remesas hacia México despidieron 2017 en máximos históricos. Los emigrantes mexicanos enviaron a sus familias casi 26.200 millones de dólares entre enero y noviembre del año pasado, el nivel más alto para ese periodo del que hay registros, según los datos que ha presentado este martes el Banco de México. Los analistas esperan que cuando se anuncien las cifras de diciembre se supere con facilidad los 26.993 millones que se mandaron en 2016. “La recuperación del mercado laboral en Estados Unidos y la debilidad del peso frente al dólar auguran que esta tendencia se mantendrá en 2018”, señala Carlos Serrano, economista jefe de BBVA Bancomer.
El empuje de las remesas mexicanas, en cambio, no se ha visto reflejado en los datos de noviembre: en el undécimo mes del año, los envíos sumaron un total de 2.258 millones de dólares, un 4,7% menos que un año antes. Es la caída interanual más pronunciada en porcentaje en lo que va de 2017 y la segunda cifra más baja en valores absolutos, solo detrás de enero pasado, cuando apenas se mandaron 2.062 millones de dólares.
El efecto base -la comparación con un año antes- también desempeña un papel importante. En noviembre de 2016, cuando Donald Trump ganó las elecciones en EE UU, y tras las amenazas del magnate republicano de gravar las remesas si llegaba a la Casa Blanca, muchos mexicanos residentes en la primera potencia mundial optaron por acelerar los envíos. “Después se comprobó que era muy difícil para Trump fijar un impuesto a las remesas, pues tendría que haberlo impuesto para todo el mundo, además de que se habría cuestionado la legalidad de esa medida”, explica Serrano. “El de 2016 fue un flujo muy fuerte y eso explica que un año más tarde no haya habido un alza similar, aunque es una cantidad mensual bastante buena”, añade Rafael Camarena, analista del Banco Santander en México.
Los trabajadores mexicanos en Estados Unidos han aprovechado que el paro está en mínimos históricos y que los salarios están creciendo, y los dólares que mandan a su país de origen se han traducido en más pesos por el fortalecimiento reciente del dólar. “Mientras nuestro país crece rápidamente y es más fuerte, quiero desear a mis amigos, simpatizantes, enemigos e incluso a la prensa deshonesta un año nuevo feliz y lleno de salud”, ha alardeado Trump en Nochevieja. “En realidad estamos viendo los resultados de las medidas que impulsó la Reserva Federal en la administración de Ben Bernanke y Janet Yellen en política monetaria, así como de políticas expansivas del Gobierno de Barack Obama”, aclara Serrano.
“La recuperación de la economía estadounidense se ha reflejado en los sectores de la construcción y de los servicios, que concentran a un gran número de trabajadores mexicanos”, apunta Camarena. El cúmulo de estos factores influyó para que en octubre se alcanzara el pico histórico de 2.642 millones de dólares, una cifra sin precedentes para un solo mes. “También hay que considerar los terremotos en septiembre como un factor adicional de que haya llegado más dinero”, comenta Camarena.
“Es previsible que después de un máximo histórico se produzca un ajuste, un dólar fuerte hace que se manden más remesas, pero también hay fluctuaciones en el tipo de cambio que desempeñan un papel en el comportamiento de los trabajadores”, agrega Serrano. El envío de dinero de migrantes y familiares supuso el 2,5% del PIB en 2016. Después de India, China y Filipinas, México ha sido durante los últimos años la cuarta economía receptora de remesas en el mundo.