Denuncian grave crisis económica en el agro del Istmo, por falta de apoyos

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La Jornada.

Ciudad de México.El dirigente agrario aseguró que poco más de mil hectáreas han sido afectadas en el ciclo 2017; sin embargo, no hubo apoyos mediante pagos por siniestro a tierras, lo que provocó graves repercusiones e incluso inconformidad entre los labriegos.

Refirió que por esta situación campesinos de San Blas Atempa, Tehuantepec, Juchitán, Matías Romero, San Juan Guichicovi, Jalapa del Marqués, Tequisistlán, manifestaron que después del terremoto, el gobierno de Oaxaca no ha apoyado a los pequeños productores que siembran maíz, melón, papaya, camote y ajonjolí.

Explicó que al concluir el año pasado hubo mala atención al agro, derivada del desinterés gubernamental hacia ese sector tan importante que produce una elevada cantidad de insumos que se consumen no solamente en la región, sino en todo el estado de Oaxaca.

En 2017 no pudimos sembrar y con las pocas cosechas sólo alcanzó para la venta local; el campo poco a poco se va muriendo y es por la falta de apoyos de las autoridades. Ellos prefieren una actividad que les deje más dinero, explicó.

Señaló que los labriegos no cuentan con los recursos necesarios para comprar las semillas, preparar la tierra y adquirir los fertilizantes, por lo que el campo istmeño podrían dejar de sembrar en este ciclo 2018.

A lo anterior se añade que la temporada no fue buena debido a las plagas, al mal tiempo, la sequía y otros factores que provocaron una afectación directa a los campesinos del Istmo, dijo Escobar.

Precisó que melón, papaya, chiles, maíz, ajonjolí, mango, pepino, limón, resultaron afectados en forma considerable, incluso hubo daños totales y parciales en los terrenos donde se cultivaron.

El campo día a día se va deteriorando y peor aún que no hay apoyos de los gobiernos estatal y federal para subsistir y que nos permitieran aguantar para la próxima temporada, expresó.

Escobar aseguró que muchos campesinos invierten en sus tierras con la promesa de recuperar algo; no obstante, se sienten decepcionados al ver que sus sembradíos mueren y a las autoridades parece no importarles.