El proyecto de ley que permite la captura de tortugas marinas en peligro de extinción

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Huffingtonpost.com.

Ciudad de México. El diputado Arturo Álvarez Angli, del Partido Verde, y presidente de la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara de diputados está citando de nueva cuenta, a una reunión extraordinaria para aprobar el proyecto de Ley general de Biodiversidad este jueves 22 de marzo. Ahora con la última versión (20 de marzo de 2018) se permite la captura de tortugas y se elimina la regulación a la pesca de tiburones y rayas.

Lo anterior se lee en el artículo 53 del proyecto de ley, el cual es engañoso pues de primera leída se interpreta que hasta la pesca de elasmobranquios (tiburones y rayas) se prohíbe, sin embargo, esto no es así.

“Artículo 53. Ningún ejemplar de tortuga marina o elasmobranquio, cualquiera que sea la especie, podrá ser sujeto de aprovechamiento extractivo, ya sea de subsistencia o comercial, incluyendo sus partes y derivados.

La prohibición del aprovechamiento extractivo, de las especies de tortuga marina y elasmobranquios, se realizará conforme las disposiciones señaladas por los tratados internacionales de los que México sea parte.”
El engaño está en el segundo párrafo, pues la iniciativa hace referencia a los tratados internacionales, que es de estos convenios de donde se interpretarán las prohibiciones. En este caso para la protección de las tortugas marinas, desde 2001 México es parte de la Convención Interamericana para la Protección y Conservación de las Tortugas Marinas (CIT), y en el texto de la Convención establece que:

“Cada Parte tomará las medidas apropiadas y necesarias, de conformidad con el derecho internacional y sobre la base de los datos científicos más fidedignos disponibles, para la protección, conservación y recuperación de las poblaciones de tortugas marinas y de sus hábitats:…

…Tales medidas comprenderán: a. La prohibición de la captura, retención o muerte intencionales de las tortugas marinas, así como del comercio doméstico de las mismas, de sus huevos, partes o productos;”

Por lo tanto la Convención dice que es obligación de cada Estado prohibir el aprovechamiento de tortugas, y la iniciativa de ley establece que es lo que digan los tratados internacionales. Una contradicción total que lleva al incumplimiento del convenio. Un caso de, “lo que diga tu papá, y lo que diga tu mamá”.

Con esa redacción también queda fuera la veda para las especies y subespecies de tortuga marinas publicada desde 1990, y la fracción I del artículo 420 del Código Penal Federal que tipifica la captura, daño o privación de la vida a algún ejemplar de tortuga; así como la recolección o almacenamiento de cualquier forma sus productos o subproductos. Esto por la misma razón que establece que las prohibiciones están sujetas a los tratados internacionales de los que México sea parte, y no a la legislación nacional. Eliminando así la prohibición de capturar tortugas en peligro de extinción. Si se le adicionara “…y en congruencia con la legislación aplicable..” las leyes y regulaciones mexicanas tendrían sentido.

Lo anterior se hizo ante la presión del sector pesquero de no prohibir la pesca de tiburón, como estaba originalmente en los primeros dictámenes. Ante esto, la industria pesquera levantó la voz, y por ello no solo diluyeron ese artículo, sino que incluyeron a las tortugas. Por lo tanto, siguiendo la misma lógica, esos cambios, es decir, la adhesión del segundo párrafo, se dio para permitir el aprovechamiento de elasmobranquios, por lo tanto también el de tortugas. Por su parte, también los tiburones tienen sus regulaciones nacionales, como la Norma Oficial Mexicana NOM-029-Pesc-2006 y periodos de veda todos los años. Así que sería el mismo problema.

Esto es solo una muestra de cómo se busca legislar al aventón. No hay una justificación para hacer las cosas con urgencia, mal hechas y sin una consulta previa e informada para todos los involucrados. Ya hemos visto diferentes versiones de la Ley General de Biodiversidad, y los legisladores siguen manoseándola. Los diputados y senadores están para escuchar y representar al pueblo, no para legislar sin consultar y votar leyes exprés mediante albazos en las cuales la única agenda es la personal.