La Jornada.
Ciudad de México. La inflación interanual de México se desaceleró más de lo esperado hasta la primera quincena de abril, a su menor nivel en 14 meses, debido a una baja en las tarifas eléctricas y a una caída en precios de productos agropecuarios, dijo este martes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
La inflación registró en ese periodo un descenso de (-)0.35 por ciento respecto a la quincena inmediata anterior, dando como resultado una tasa de inflación anual de 4.69 por ciento.
Lo anterior se compara favorablemente con el mismo periodo de 2017, cuando los datos fueron de (-)0.15 por ciento quincenal y de 5.62 por ciento anual.
La variación de la inflación medida a través del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) en la primera quincena de abril se derivó de un incremento en el índice de precios subyacente, en la que se excluyen los precios más volátiles, de 0.07 por ciento y de una reducción en el índice de precios no subyacente de (-)1.53 por ciento; de esta manera, el comportamiento anual de los índices subyacente y no subyacente fue de 3.70 y de 7.67 por ciento, respectivamente.
Entre las alzas de precios que impulsaron la inflación destacan el aguacate, limón, papa y otros tubérculos, pasta dental y gasolina de bajo octanaje.
Estas alzas de precios fueron compensadas parcialmente con los descensos en los precios de pepino, electricidad, transporte aéreo, jitomate y gas doméstico.
Las ciudades donde se registró mayor inflación fueron Tlaxcala, Matamoros y Huatabampo.
A la inversa, los menores crecimientos de precios se observaron en Ciudad Acuña, Veracruz y Monclova.
A mediados de abril, el banco central dejó sin cambios su tasa de referencia, en medio de una desaceleración de la inflación y menores riesgos de una depreciación del peso.
La entidad monetaria prevé que la inflación siga disminuyendo, aproximándose en el año a la meta permanente de 3.0 por ciento, para alcanzarla en el primer trimestre de 2019 y mantenerse alrededor de ese nivel el resto del año.