Proceso.
Directivos de la empresa Marinela decidieron suspender la ruta comercial que abarca la zona conurbada del puerto de Acapulco, luego de que sujetos armados atacaron y quemaron al menos tres camionetas repartidoras presuntamente por negarse a pagar cuota al narco.
Al respecto, el gobierno estatal del priista Héctor Astudillo Flores y el alcalde perredista de Acapulco, Evodio Velázquez Aguirre, han hecho mutis y mantienen una actitud de indiferencia ante la ola de violencia desbordada en el principal destino turístico de la entidad, donde el sector productivo se encuentra colapsado por la delincuencia.
Reportes oficiales indican que esta semana fueron atacadas tres unidades de Marinela en la zona de El Quemado y la colonia Postal, ubicadas en la periferia del puerto, donde operan decenas de pandillas vinculadas con el Cártel Independiente de Acapulco (Cida).
De forma extraoficial, trascendió que el origen de las agresiones contra las camionetas de la empresa Marinela es la negativa a pagar cuota a las pandillas.
Como medida de protección a los trabajadores, quienes sólo han sido testigos de las unidades quemadas para llevar el mensaje a los gerentes, los directivos de la empresa suspendieron la ruta de comercialización en esta franja de Guerrero controlada por la delincuencia.
