La contaminación mata a mil 680 niños al año en México

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La Jornada.

Ciudad de México. En el país, mil 680 infantes menores de cinco años de edad mueren cada año por enfermedades relacionadas con la contaminación atmosférica, como es el asma o infecciones respiratorias agudas, se sostiene en el informe No apto para pulmones pequeños: diagnóstico de calidad del aire y el derecho de niñas, niños y adolescentes al aire limpio.

En la presentación del documento elaborado por Greenpeace, la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), con el apoyo de investigadores del Instituto Nacional de Salud Pública, expuso que el número de fallecimientos atribuibles a la polución se ha incrementado casi 60 por ciento entre 1990 y 2015, debido a las altas concentraciones de contaminantes, la gran mayoría vinculadas con el uso de transportes.

Indicaron que el riesgo a la salud es peor para los niños.

Tan sólo en 2016 –año más reciente del que se tiene registro– las muertes de personas menores de cuatro años representaron 53.4 por ciento del total de fallecimientos por asma en menores de 18 años. En ese año también se registraron mil 902 decesos por infección respiratoria aguda de niños y adolescentes.

Organismo vulnerable

En el reporte se establece que existen razones fisiológicas por las cuales este sector de la población resulta más vulnerables a la contaminación del aire: respiran el doble de rápido; su organismo, incluyendo su sistema inmunológico, está en desarrollo, y pasan buena parte del tiempo en exteriores.

Las organizaciones plantearon que en el sistema de indicadores sobre calidad del aire y su impacto en el derecho a la salud de niños y adolescentes, Chiapas y Veracruz resultaron desproporcionadamente afectados en mortalidad por asmade menores de cinco años. El estado de México destaca por su aumento en los casos de infecciones respiratorias agudas

La Redim recordó que a pesar de que en 2013 publicó un primer informe de este tema, lejos de atender la problemática, los gobiernos federal y locales avanzaron a cuentagotas o, en la mayoría de los casos, ignoraron las recomendaciones.

Señaló que no se actualizaron las normas oficiales mexicanas que regulan los límites máximos permisibles de emisiones contaminantes, la calidad de los combustibles ni las de salud ambiental para homologarlas con los estándares que propone la Organización Mundial de la Salud.

Las organizaciones advirtieron que la contaminación del aire es uno de los riesgos fatales para la salud, por lo que urgieron a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios cumpla su obligación de ajustar las normas para garantizar los derechos de la infancia.