La Jornada.
Ciudad de México. Angustiados migrantes contaron a sus rescatistas que varios buques los pasaron sin ofrecer apoyo, dijo un grupo de asistencia europeo el domingo mientras buscaba un puerto seguro para atracar con 141 migrantes a bordo.
Debido a la reciente prohibición de Italia y Malta de permitir que buques de ayuda con migrantes atraquen, los barcos ahora se niegan a hacer rescates “debido al alto riesgo de quedarse varados y la falta de puerto seguro”, dijo SOS Mediterranee.
El viernes, el barco Aquarius del organismo, que opera en sociedad con Médicos Sin Fronteras, rescató a 141 migrantes en la costa de Libia. De ellos, 25 fueron hallados a la deriva en pequeñas balsas de madera sin motor y se cree que llevaban 35 horas en el mar, dijo el grupo. Más adelante en el día, rescataron a otras 116 personas, entre ellas 67 menores sin acompañantes, agregó.
Casi tres cuartas partes de los rescatados son originarios de Somalia y Eritrea. Muchos migrantes contaron como fueron “detenidos en condiciones inhumanas en Libia”, donde están basados los traficantes de humanos, dijo el organismo.
“Lo más importante es que los sobrevivientes sean llevados a un lugar seguro sin retraso, donde puedan cubrir sus necesidades básicas y puedan ser protegidos del abuso”, dijo Nick Romaniuk, coordinador de búsqueda y rescate, según el grupo. Muchos a bordo estaban débiles y desnutridos, agregó.
En junio, Aquarius se vio forzado a dirigirse a España durante días con más de 600 migrantes luego de que Italia y Malta se negaran a otorgarle permiso para atracar. Desde entonces, otros buques privados de rescate han tenido que esperar días hasta que algún país permita que migrantes desembarquen.