Excelsior.
Luego de 27 años de ausencia regresa a su tierra natal Vicente Benavides. Todo el pueblo le recibe con música de banda, aplausos y vítores arribó a la plaza municipal y al templo para agradecer el milagro de regresar vivo tras haber librado el pasillo de la muerte en una cárcel de Estados Unidos, por un crimen que no cometió.
Sus hermanos, primos, sobrinos, amigos de juventud lo reciben entre lágrimas. “¿Te acuerdas de mí, Vicente?”, es la pregunta recurrente. “Claro que me acuerdo de ti. Gracias por acompañarme siempre”, responde él. Y es que gracias a la lucha del pueblo está vivo.
A su paso por las calles de San Gabriel llegó como una celebridad añorada.
El alcalde César Rodríguez y el presidente municipal electo Bonifacio Villavazo lo recibieron en la entrada principal.
Vicente hizo una escala en el panteón, donde se encuentra la tumba en que están sepultados sus padres; después del mediodía se dirigió al templo del Señor de la Misericordia de Amula, que lució abarrotado. La feligresía de pie aplaudía y lloraba por el regreso del hijo ausente.
