Excelsior.
Tras cuatro meses de la desaparición de seis jóvenes entre Oaxaca y Veracruz, la Procuraduría General de la República (PGR) atrajo la investigación del caso al encontrarse elementos de la presunta vinculación con organizaciones de la delincuencia organizada, confirmó el fiscal general de Oaxaca, Rubén Vasconcelos Méndez.
El funcionario refirió que, luego de la revisión de las periciales por la desaparición de cinco personas originarias de Tlaxcala y uno de Oaxaca, reportada entre el 4 y 6 de abril, y tras visitar San Miguel Soyaltepec, en la región de la Cuenca del Papalopan, y pasar por Tierra Blanca, Veracruz, la institución a su cargo solicitó la intervención a su similar federal.
En entrevista telefónica apuntó que la carpeta de investigación 1090/FTDAI/2018/ pasó a jurisdicción del Ministerio Público Federal, por lo que la Fiscalía General de Oaxaca dejó de tener competencia.
Destacó el trabajo de colaboración y coordinación en el proceso de investigación con la Fiscalía General de Veracruz y la Procuraduría General de Tlaxcala. En la primera, por tratarse de la jurisdicción donde presuntamente ocurrió la desaparición, y la segunda, por el seguimiento a la denuncia de familiares.
RECUENTO DEL CASO
Este mes de agosto se cumplieron cuatro meses de la desaparición del Jonathan Montiel Morales de 24 años, José Armando Martínez Pedro de 18 y Ubaldo Salcedo Morales de 14 años. Ellos viajaron de Tlaxcala a San Miguel Soyaltepec, en Oaxaca.
Llegaron invitados a la fiesta patronal y a pasar la Semana Santa, sin embargo, la noche del tres de abril, la policía municipal de Soyaltepec los detuvo a petición de una madre de familia, quien denunció que su hija iba a ser secuestrada por uno de los jóvenes.
La supuesta plagiada dijo ser mayor de edad y rechazó la versión de su progenitora, por lo que decidió quedarse en la comunidad.
Un día después, el cuatro de abril, el grupo de jóvenes salió de Soyaltepec para dirigirse a su entidad de origen, antes pasaron por Tierra Blanca, Veracruz.
Al haber perdido contacto con ellos, tres familiares acudieron en su búsqueda: Erik Lira Flores de 24 años, Eduardo Montiel Morales de 25 años y Eduardo Sánchez Báez de 30 años, quienes también desaparecieron.
Posteriormente, el 24 de abril elementos de la Policía Estatal localizaron dos autos incinerados, los mismos en que viajaban los desaparecidos. Los vehículos calcinados estaban a un costado de la carretera federal 145, en los límites entre Oaxaca y Veracruz.
