Oaxaca, cementerio de tortugas; nadie investiga la muerte masiva

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Excélsior.

a mayoría de las tortugas golfinas que murieron en Oaxaca, atrapadas en una red de pesca ilegal, eran hembras adultas que buscaban llegar a la playa para desovar.

Tomando en cuenta las corrientes marinas y el lugar donde salió a flote el trasmallo con los más de 300 cadáveres, los ejemplares que terminaron ahogados en aguas del Océano Pacífico, intentaban regresar a depositar sus huevos al santuario La Escobilla, que ocupa el primer lugar a nivel mundial en anidadas, con aproximadamente un millón por temporada.

La distancia que existe entre La Escobilla, que en el papel es un Área Natural Protegida, y la playa de Barra de Navidad, donde aparecieron los restos de las tortugas, es de 72 kilómetros en línea recta, lo que se estima recorrió en ocho días la también llamada red agallera, —porque se atora en las agallas o branquias de los peces— desde el municipio de Santa María Tonameca hasta el municipio de San Pedro Colotepec.

José Antonio Ramírez García, coordinador de Protección Civil de San Pedro Mixtepec, fue quien el pasado 28 de agosto recibió el reporte de que pescadores de Puerto Escondido habían encontrado cientos de tortugas enmalladas.

“Procedimos a trasladarnos al lugar llevando cuchillos, pensando en que las tortugas sólo estaban atrapadas y había que soltarlas”, recordó.

Pero cuando llegaron al punto indicado, descubrieron que las tortugas estaban muertas, excepto una, que se alejó nadando al ser liberada.

Pedro Gasca Martínez, coordinador estatal de la organización Sea Shepherd México, lamentó la nula participación de personal de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca).

“Es una vergüenza, porque gente de Conapesca llegó (…) se tomó la foto y se fue”, denunció el activista.

Después de que los restos fueron remolcados en lanchas hasta la orilla, voluntarios los acercaron para que maquinaria pesada los depositara en dos fosas cavadas en la arena.

En un recorrido realizado por la playa Barra de Navidad, pudimos constatar que el mar continúa expulsando tortugas muertas hacia la orilla.

Nadie investiga

Aunque la promesa de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente fue que presentaría una denuncia penal por la muerte de las tortugas, y se investigaría hasta dar con los responsables, nadie ha sido citado a declarar, ni los pescadores que hallaron la red ni los funcionarios municipales que acudieron a atender la emergencia.

Excélsior hizo un amplio recorrido por la franja costera de Santa María Tonameca, Santa María Colotepec y San Pedro Mixtepec hasta llegar a Puerto Escondido, donde año con año miles y miles de tortugas llegan a desovar, con el fin de obtener información sobre quiénes podrían ser los dueños del trasmallo donde murieron los más de 300 ejemplares, lo que causó una gran indignación a nivel nacional e internacional.

“No, para nada, hasta ahorita no hemos recibido un solo llamado, nada de parte de nadie y la verdad que nosotros estamos a la disposición”, manifestó José Antonio Ramírez García, coordinador de Protección Civil de San Pedro Mixtepec.

Excélsior hizo un amplio recorrido por la franja costera de Santa María Tonameca, Santa María Colotepec y San Pedro Mixtepec hasta llegar a Puerto Escondido, donde año con año miles y miles de tortugas llegan a desovar, con el fin de obtener información sobre quienes podrían ser los dueños del trasmallo donde murieron los más de 300 ejemplares, lo que causó una gran indignación a nivel nacional e internacional.

“La muerte de estas tortugas, destapó la punta del iceberg de toda una problemática que se viene generando en la costa de Oaxaca, desde hace muchos años, que tiene que ver con pesca ilegal pero también con tráfico de carne y huevos de tortuga”, advirtió el representante de Sea Shepherd en el estado.

Una pista apunta hacia pescadores de Puerto Ángel o Puerto Escondido que aprovechando el vacío de autoridad que deja la Conapesca y la falta de inspección y vigilancia de la Profepa, tiraron redes prohibidas frente a playas de desove de las tortugas marinas, como es el santuario La Escobilla, y que al regresar al otro día a recoger su trasmallo se encontraron con las hembras ahogadas y decidieron cortar las líneas, esperando que las corrientes desaparecieran cualquier evidencia.

“Le llamamos aquí trasmalleros, son pocos compañeros, no superan ni 10 o 12, esos son los que usan estas redes y nos perjudican a más de 300 pescadores. Tenemos aproximadamente 10 kilómetros de zona reestringida en Escobilla, cinco de cada lado, pero necesitamos apoyo, necesitamos vigilancia para que no vayan a colocar sus equipos ahí”, alertó Ángel Hernández Jiménez, integrante de la Cooperativa Regeneración y Servicios de San Pedro Mixtepec.

La otra línea de investigación tiene que ver con el saqueo y el tráfico ilegal de carne, piel y huevos de tortuga, que tiene registro en Oaxaca desde antes de los años 90.

En la playa La Escobilla, algunos saqueadores utilizan lanchas y redes de seis pulgadas de luz de malla para capturar a las tortugas en el agua, antes que arriben a la playa a desovar, como reveló un huevero que solicitó el anonimato.

“Unos se dedican a subir a la tortuga a la lancha y otros se dedican con el cuchillo a estar sacándole los huevos, se utilizan redes como las que salieron por Barra de Navidad”, explicó.

El hombre con 40 años en la venta ilegal de huevos de tortuga, dijo que en La Escobilla corren dos versiones sobre lo que ocurrió con la red que apareció con las tortugas muertas.

“Una es que a veces los saqueadores tiran la red y se acuestan a dormir por un rato, y no aseguran bien la red a la lancha y cuando se dan cuenta ya perdieron la red; la otra versión es que tiraron la red y se llenó demasiado de tortugas, tantas que ya no cupieron en sus lanchas y tuvieron que darle cuchilo a lo que sobró y dejarlo a la deriva”, detalló.