Excélsior.
Ciudad de México. Los presidentes de Guatemala, Jimmy Morales, y de Honduras, Juan Orlando Hernández, hablan hoy por teléfono con su homólogo mexicano, Enrique Peña Nieto, para coordinar el plan migratorio que atenderá a los miles de migrantes hondureños.
El Gobierno guatemalteco indicó, en sus redes sociales, que los dos mandatarios, que tienen una reunión en Ciudad de Guatemala, están definiendo “la asistencia humanitaria y el retorno ordenado de los migrantes que se encuentran en la frontera Guatemala-México” en una conferencia telefónica con Peña Nieto.
Miles de migrantes hondureños, al menos 3,000 según la ONU, salieron hace una semana de San Pedro Sula con el objetivo de llegar a Estados Unidos, pero en estos momentos la mayoría se encuentran varados en la frontera entre Guatemala y México, donde los retuvo la policía mexicana.
En la imagen divulgada por la Presidencia de Guatemala se observa como Morales y Hernández, reunidos en el interior de la Fuerza Aérea Guatemalteca, se encuentran pegados a un teléfono móvil que tiene el sistema de altavoz encendido.
Por el momento, no han trascendido más detalles de esta conversación, aunque se espera que los presidentes de Guatemala y Honduras brinden un mensaje a la prensa tras este encuentro.
Los dos presidentes también mantuvieron una conversación telefónica con Kimberly Breier, la subsecretaria de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos, sobre este “plan de retorno seguro de migrantes hondureños”.
En esta reunión participan, por parte de Honduras, su presidente; la canciller, Mireya Agüero de Corrales; el director de la Comisión Permanente de Contingencias, Lisandro Rosales; y la directora ejecutiva del Instituto Nacional de Migración, Carolina Menjivar.
De Guatemala están Morales y el vicepresidente, Jafeth Cabrera, además de la canciller Sandra Jovel y los ministros de Interior, Enrique Degenhart; de Defensa, el general de brigada Luis Miguel Ralda Moreno; y el de Comunicaciones, José Luis Benito.
Los miles de migrantes, hombres, mujeres y niños, llegaron el viernes a la frontera de Guatemala y México y algunos, según denunció la policía mexicana, intentaron entrar a la fuerza, pero después de unos minutos de descontrol y desconcierto lograron cerrarles el paso.
Este sábado, todos amanecieron sobre el puente que separa ambos países, unas decenas lograron cruzar el río Suchiate en balsa y la mayoría sigue esperando a poder pasar.
La policía mexicana abrió por unos minutos la valla y lograron pasar unas decenas de personas, que buscan, según sus testimonios, llegar a Estados Unidos para lograr un futuro mejor, pues buscan huir de la pobreza y la violencia de Honduras.
Ante este éxodo migratorio, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó esta semana con un cierre militar de la frontera sur de su país si México no lograba detener la caravana y también advirtió a Guatemala, El Salvador y Honduras que cortaría la ayuda estadounidense si los migrantes ingresan al territorio norteño.