Excelsior.
Los vecinos prefieren no recordar aquel momento, entre otras razones, porque continúan arrepentidos de no haber acudido en auxilio de Jennifer; prefirieron ignorar la discusión de pareja y el grito desgarrador de la mujer atacada por su marido, Edgardo, quien le prendió fuego en la vivienda del municipio de Matías Romero, en el Istmo de Tehuantepec.
Familiares, amistades y vecinos de Jennifer, de 18 años y madre de un hijo, declararon que vivió sometida a violencia en el hogar, e incluso había acudido a las oficinas de gobierno para estos casos que no atendieron los protocolos de alerta.
La madrugada del 27 de febrero de 2017, Edgardo, de 20 años, en estado de ebriedad, le roció gasolina y le prendió fuego, incluso él mismo la ingresó al hospital con quemaduras en 70% del cuerpo.
La abuela de Jennifer aseguró que el presunto responsable se dedicaba a la venta clandestina de gasolina, por lo que el combustible que usó lo tenía en el hogar conyugal. También denunció negligencia por parte del Ministerio Público de Matías Romero, ya que éstos se comunicaron con ella después de casi cinco horas de que se reportó el hecho.
CASADAS
A propósito del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó que la violencia de la pareja ocurre con mayor frecuencia entre las mujeres que están o han estado casadas o unidas.
En Oaxaca se estima que por cada 100 mujeres de 15 años y más que han tenido pareja, 45 de las casadas y 60 de las separadas, divorciadas y viudas han vivido situaciones de violencia emocional, económica, física o sexual durante su actual o última relación.
El 46% de las mujeres de 15 años y más ha enfrentado violencia por parte de su pareja a lo largo de su relación. De acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares 2016, Oaxaca tiene uno de los primeros lugares en la tabla nacional, por el nivel de violencia en contra de las mujeres.
Este indicador coloca a Oaxaca, Estado de México, Ciudad de México, Aguascalientes, Jalisco y Michoacán por encima de la media nacional, al prevalecer tres tipos de violencia: emocional, económica y física.
Las agresiones que ocasionan mayor daño físico, que van desde los jalones o empujones hasta golpes, patadas, intentos de asfixia o estrangulamiento e incluso las agresiones con armas de fuego y los abusos sexuales, no ocurren solas y están más extendidas y son de mayor gravedad”.
Los resultados de la Encuesta muestran signos de alerta debido a que las mujeres solteras en su relación de pareja padecen la violencia emocional (32.3%) cercana a la que han vivido las mujeres casadas o unidas (38.8%) y la violencia física también las alcanza, que aun sin vivir en pareja ya enfrentan situaciones de gravedad.
En cuanto a los daños físicos de la violencia de pareja comprende moretones, sangrado vaginal, desmayos, cortadas, quemaduras o pérdida de dientes, hemorragias, fracturas, aborto o parto prematuro, alguna enfermedad de transmisión sexual, entre otras.
ASESINADAS
De acuerdo con el seguimiento hemerográfico de la organización civil Grupo de Estudios sobre la Mujer Rosario Castellanos (GESMujer), del 1 de diciembre de 2016 al 23 de noviembre de 2018, o lo que va de la presente administración estatal, se han registrado 238 casos de mujeres asesinadas.
Asimismo, en el transcurso del año en curso se tienen registradas 112 mujeres asesinadas.
Las regiones con más casos de violencia feminicida en este periodo está la Costa, con 24; Valles Centrales 19, Istmo de Tehuantepec 18, Mixteca 17 y Papaloapan 16.
El recuento de víctimas mortales arrojó que 36 mujeres (32%) tenían de 15 a 29 años, y 31 (28%), de 30 a 44 años.
De los 112 casos de las víctimas, en 13 se conoce la identidad del agresor y en 99 se desconoce.
Debido a la constante violencia contra las mujeres y la omisión de las autoridades para fortalecer acciones que frenen el feminicidio, el pasado 31 de agosto la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres marcó en su mapa de registro la alerta de género en Oaxaca, en 40 municipios de las ocho regiones.
Una vez emitida la alerta de género a la solicitud AGVM/0472017, la Segob dio a conocer la declaratoria con nueve resolutivos, que en el número cuatro incluye 10 medidas de seguridad, seis medidas de justicia y reparación y cinco de prevención.
De la fecha del decreto al día de hoy se contabilizan 24 asesinatos de mujeres, tipificados en un primer momento de la investigación como feminicidios, aunque en el transcurso de las indagatorias la revisión especifique otras causas.
“REPUNTE EN VIOLENCIA ES YA MULTICAUSAL”
Las formas de violencia contra las mujeres se han diversificado como una reacción frente a la conquista de sus derechos, explicó Pablo Navarrete Gutiérrez, coordinador de Asuntos Jurídicos del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres).
Es decir, hay una reacción del patriarcado o de la estructura machista y misógina en nuestra sociedad frente al avance de las mujeres, pues en la medida en que éstas conquistan derechos otros pierden privilegios y hay una reacción violenta frente a eso. Hay nuevas formas de violencia, otras que se han agravado, por ejemplo, la violencia cibernética, la violencia política, que pudimos constatar en el último proceso electoral que, en efecto, pasará a la historia como el más competitivo y participativo, pero también como el más violento, en donde hubo hechos atroces de violencia contra mujeres que participaron para los puestos de elección popular. El Inmujeres tiene registrados al menos 7 casos de mujeres candidatas o precandidatas que fueron asesinadas”, detalló.
Insistente en que la violencia contra las mujeres es multifactorial, el funcionario de Inmujeres refirió que entre las causas del repunte de la violencia feminicida se encuentra el incremento de la violencia social relacionada con grupos de la delincuencia organizada que han encontrado en las mujeres “su botín de guerra favorito”.
Pero la violencia contra las mujeres es multicausal, no hay un responsable absoluto del contexto de violencia. Hoy, en 2018, con los datos estadísticos que tenemos a 2016, puedo decir que volvemos a estar en los niveles de violencia feminicida que tuvimos en 2012, cuando inició esta administración; y en efecto, hay muchas explicaciones y razones para este repunte, más allá del arraigo social y cultural, así como de la impunidad y la corrupción”, concluyó.
