El Financiero.
Ciudad de México. Después de promover junto con Uruguay un diálogo político en Venezuela, México ahora se encuentra prácticamente solo en su decisión de no convocar a elecciones para el país.
Uruguay se unió el jueves a los funcionarios de Europa y América Latina en el respaldo a las elecciones presidenciales en Venezuela.
Así, solo México y Bolivia se rehúsan a firmar un acuerdo emitido por las naciones que trabajan en el Grupo de Contacto Internacional.
La Constitución mexicana le impide al país apoyar la interferencia política en otros países, explicó Marcelo Ebrard, titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, según una transcripción de su observaciones en una conferencia de prensa en Montevideo.
El país no puede actuar de ningún modo para determinar elecciones en otros lugares, dijo Ebrard.
“Determinar si hay elecciones o no, cómo se organizan y cuando se celebran los comicios. México no puede hacer eso”, señaló.
México, Uruguay y las naciones del Caribe delinearon previamente cuatro etapas para resolver la situación en Venezuela, las cuales no incluían hacer un llamado a que se celebren elecciones presidenciales.
Ebrard indicó que esta propuesta regional, a diferencia del Grupo Internacional de Contacto, no imponía condiciones al gobierno venezolano y a la oposición, y enfatizaba el diálogo abierto entre las partes.
El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó, quien se autoproclamó ‘presidente encargado’ el 23 de enero, se ha ganado el apoyo de Estados Unidos y de la mayoría de los países en Latinoamérica, así como de las naciones europeas.
China, Rusia y Turquía han mostrado su respaldo al presidente Nicolás Maduro, quien asegura que Estados Unidos, hambriento de petróleo, está interfiriendo para tener control sobre el crudo venezolano. Maduro ha dicho antes que apoya los esfuerzos de México para convocar al diálogo.
Por otro lado, el canciller de Bolivia, Diego Pary, cuyo país ha sido desde hace tiempo aliado de Maduro, dijo que son los venezolanos quienes deben decidir la salida a la crisis política de su país.
El exdiplomático mexicano, Andrés Rozental, consideró que el presidente Andrés Manuel López Obrador está usando una interpretación vieja de la constitución como excusa.
“No hay nada de neutral en el posicionamiento de México porque, en la práctica, valida la reelección de Maduro”, dijo Rozental en una entrevista.