El ácido fólico desempeña una función importante en el organismo como ayudar al organismo a producir glóbulos rojos. Éstos son importantes porque transportan oxígeno de los pulmones a todas las áreas del cuerpo. Ingerir la cantidad necesaria de ácido fólico antes y durante los primeros meses del embarazo contribuye en gran medida a que el bebé nazca saludable, ya que ayuda a la correcta formación de su ADN, además de prevenir posibles defectos en la médula espinal, el cerebro y cardiopatías congénitas.
Al respecto, la coordinadora de Ginecología del Hospital General de Zona No. 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Oaxaca, Carolina Sanchez Palacios, indicó qué tomar una cantidad diaria de ácido fólico es importante para cualquier persona pero, cuando se trata de una mujer que está pensando en tener hijos o que está ya embarazada, la ingesta se vuelve imprescindible. Esta vitamina del complejo B previene, entre otras cosas, el nacimiento de niños con defectos en el tubo neural, como son la espina bífida (una de las principales causas de discapacidad infantil) o la anencefalia.
Podemos encontrar este complemento en muchos de los alimentos que consumimos a diario, como son, las espinacas o el brócoli, granos y legumbres, frutas, salvado de trigo y otros granos integrales, carne de ave y cerdo, mariscos, hígado.
Sin embargo, y pese a que son muchos los alimentos ricos en ácido fólico, no necesariamente se obtiene la dosis adecuada de esta vitamina solo a través de la dieta, por lo que la doctora Sanchez Palacios recomienda a las mujeres en edad fértil y embarazadas que tomen suplementos multivitamínicos que contengan unos 400 microgramos de ácido fólico.
De igual forma indica que el ácido fólico puede ser recomendado para prevenir el cáncer de colon o el cáncer cervical, así como las enfermedades del corazón, derrames cerebrales, pérdida de la memoria, la enfermedad de Alzheimer, pérdida de audición relacionada con la edad, entre otras.
Finalmente, refiere que la deficiencia de ácido fólico se puede manifestar a través de síntomas como, anemia megaloblástica, bajo peso, falta de apetito, debilidad, palidez, fatiga, náuseas, diarreas, mal humor, depresión, inflamación y llagas linguales, úlceras bucales, etc.