La Jornada
Ciudad de México. Los Pumas volvieron a rugir al vencer 2-1 a Chivas para mantenerse con escasas posibilidades de llegar a la liguilla, mientras esta derrota le valió a José Saturnino Cardozo ser despedido del club rojiblanco en la jornada 12 del Torneo Clausura 2019.
Los felinos llegaron a 13 unidades y siguen alejados de la zona de clasificación, en el lugar 14, al tiempo que los tapatíos continúan en un bache con 15 puntos tras hilar cinco duelos sin victoria.
Al término del encuentro el técnico paraguayo reconoció que no se sentía seguro en su puesto.
Estoy avergonzado porque la afición siempre está con nosotros, y nosotros no estamos a la altura para representar a este club.
Es una cachetada para la afición, están en su derecho de reclamar y de exigir resultados, dijo.
Horas después la directiva anunció su cese y Alberto Coyote queda de manera interina al frente del plantel.
Carlos González despertó las emociones al abrir el marcador al minuto 27 y Luis Quintana (42) puso el segundo tanto para que los Pumas se rencontraran con el triunfo después de cinco encuentros.
Gael Sandoval (31) descontó por el Guadalajara con un penal.
El sabor a una clásica rivalidad se vivía en las gradas del estadio Olímpico Universitario, donde el público estaba dividido entre una gran afición rojiblanca y otra auriazul, al tiempo que un duelo melódico retumbaba con el coro de ambas porras.
Alejados de la zona de clasificación, el partido era decisivo para los dos clubes.
Cardozo intentó sorprender al dar la titularidad a Javier La Chofis López, quien desde enero no tenía actividad, pero su esquema falló y el delantero jamás destacó en la cancha.
Los Pumas fueron de menos a más. Si bien el Guadalajara atacó al inicio con jugadas de Isaac Brizuela, poco a poco se fueron apagando, lo que permitió a los felinos tomar el control del balón.
El primer festejo al ritmo del goooya, goooya ocurrió después de que Víctor Malcorra se filtró por la banda izquierda y mandó un pase para que González definiera pegado al poste.
Un disparo que dejó perplejo al guardameta Raúl Gudiño.
Casi enseguida, los rojiblancos equilibraron los cartones cuando Luis Quintana cometió una falta dentro del área sobre Brizuela.
Sandoval se encargó de vencer al arquero Alfredo Saldívar con el cobro de la pena máxima.
Con el marcador empatado, los aficionados se desvivían en el nerviosismo.
El grito de Chivas, Chivas resonaba en el estadio, pero los seguidores locales respondían con euforia: dale Pumas, dale, oooh.
El cuadro local no se diezmó y acechó la meta de los visitantes.
Felipe Mora lanzó un peligroso disparo a bocajarro, pero Gudiño atajó el esférico y en el rechace apareció González con una chilena que también fue detenida por el arquero del Guadalajara.
Cuando parecía que se irían a vestidores en las mismas condiciones, cayó el segundo tanto de los universitarios.
En una distracción de la zaga rojiblanca, Quintana se reivindicó al rescatar el balón suelto dentro del área y mandar un disparo que primero pegó en el travesaño y después entró a las redes.
Ante la desventaja, Cardozo movió sus piezas para el complemento y mandó al terreno de juego a Ronaldo Cisneros por el deslucido Javier López.
Los cambios no resultaron como el técnico esperaba.
Las Chivas intentaban presionar en busca del empate, pero les era complicado mantener el balón bajo su dominio.
Los felinos prefirieron jugar a contrarreloj para mantener la ventaja que generar peligro.
La situación provocaba delirio en el banquillo de Chivas, donde Cardozo se quitaba y ponía una gorra roja, además de que daba vueltas en su lugar con gran nerviosismo.
Bruno Marioni, timonel de Pumas, tampoco se mostraba tranquilo; un gol de ventaja no aseguraba nada y pedía a su plantel resistir.
Ronaldo Cisneros puso tensión en la meta de los locales en un mano a mano con Saldívar, pero fue detenido.
Poco después, el arquero felino salvó a su equipo al atajar un disparo de Alexis Vega.
Se acababa el tiempo y también el aire a los jugadores.
En el tramo final resurgió el ataque de los universitarios cuando González se aventuró con un disparo a un costado del palo izquierdo, pero un manotazo de Gudiño impidió que el marcador fuera más abultado.
La afición universitaria se reconcilió con su equipo y lo despidió al coro del clásico ¿cómo no te voy a querer?, si mi corazón es azul y mi piel es dorada.
Marioni, quien logró su tercer triunfo al frente de Pumas –los anteriores, ante Gallos y América–, dijo que ganar los clásicos siempre marca, espero que el equipo se acostumbre.
Pese a que están entre los últimos puestos, señaló que no está perdida la opción de llegar a la liguilla; hasta que matemáticamente tengamos posibilidades de pelear lo haremos, afirmó el argentino.
El triunfo sienta bien a los universitarios, ya que el miércoles enfrentarán a Bravos de Ciudad Juárez en la semifinal de la Copa Mx.
Marioni destacó que aunque se trate de un título no descuidarán la Liga Mx.
Es importante pasar a la final en la Copa y seguir luchando por el torneo de liga, no veo por qué darle mayor valor a una cosa que a otra.