Se creará “zona libre” a lo largo del Transístmico

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La Jornada

Ciudad de México. El proyecto para crear siete Zonas Económicas Especiales (ZEE), lanzado el sexenio pasado para impulsar el desarrollo del sureste de México, quedará formalmente enterrado con un decreto presidencial que ya analiza la consejería jurídica del Ejecutivo federal. En su lugar se creará una zona libre con seis parques industriales a lo largo del istmo de Tehuantepec –que une los puertos de Salina Cruz, Oaxaca, con Coatzacoalcos, Veracruz–, una de las regiones de mayor rezago en el país.

El futuro de esas zonas es que se va a decretar su desaparición, puntualizó Rafael Marín Mollinedo, responsable del Programa para el Desarrollo del Istmo de Tehuantepec y de las ZEE.

En lugar de las ZEE el gobierno federal proyecta una zona libre, a lo largo del istmo de Tehuantepec, con seis parques industriales de 500 hectáreas cada uno, con incentivos fiscales similares a los otorgados en la frontera norte (donde a partir de este año se redujeron impuestos y aumentó el salario) y ubicados en tierras ejidales para que sus propietarios obtengan beneficios permanentes y no se queden nomás mirando cómo pasa el progreso y el desarrollo sin que se les incluya, manifestó el funcionario, en entrevista con La Jornada.

Es el mismo esquema de reducción del impuesto sobre la renta (ISR) y del impuesto al valor agregado (IVA) en una franja de 20 kilómetros de ancho por 300 kilómetros de largo alrededor del tren. Esa será la zona libre. Vamos a explotar la conexión con Estados Unidos y Asia, indicó.

Desde que comenzó 2019, la tasa del ISR se redujo de 30 a 20 por ciento y la del IVA bajó de 16 a 8 por ciento en 43 municipios de seis estados de la frontera norte, además de que el salario mínimo se duplicó de 88.36 a 176.72 pesos por día.

Todo ello está siendo analizando por la Secretaría de Hacienda en el Plan Maestro de la Zona Libre, que Marín prevé quedará terminado en octubre próximo.

La meta es que en dos años se modernice la infraestructura férrea y portuaria del Istmo, y paralelamente se promuevan y queden listos los primeros parques industriales para que al final del sexenio estén sentadas las bases para los seis, con 50 por ciento de avance en instalación de empresas.

La apuesta es generar todo un polo de desarrollo industrial, comercial y de servicios de manera integral, pero vamos a promover principalmente la agroindustria para aprovechar todas las materias primas de la zona, expresó, pero admitió que se carece de una proyección sobre inversión, creación de empleos, demanda y cruces de barcos por el corredor y la generación de carga que se espera detone el proyecto.

El corredor Transístmico, dijo, no es nuevo. Existe infraestructura para puertos y tren desde 1900, cuando Porfirio Díaz era presidente, pero debe ser modernizada y hacerse eficiente para atraer la llegada de barcos, para que descarguen y trasladen su mercancía de un océano a otro.

Rafael Marín aseguró que con la consulta indígena que realizó el gobierno federal se obtuvo el respaldo para el proyecto Transístmico y se estableció un diálogo permanente con las comunidades indígenas para que participen, abracen y sean incluidos, pero habrá consultas en lo particular para la instalación de cada polígono industrial.

Diferencia con las ZEE

Los incentivos fiscales de las zonas libres serán diferentes a los de las ZEE, porque en éstas se les ofrecía a las empresas no pagar 100 por ciento del ISR en 10 años, pero además no tenían un esquema tan fácil porque se les pedían montos de inversión muy altos, de 90 millones de dólares para generar 500 empleos, así que sólo grandes firmas podían acceder al proyecto, explicó.

Consideró que la merma en la recaudación fiscal por los incentivos fiscales en la zona libre será menor a la prevista con las ZEE.
–¿Se echa a la basura todo el trabajo previo de las ZEE?

–No sé. Nosotros apostamos por otro modelos de desarrollo, diferentes, y estamos concentrados en eso.

Sostuvo que, a diferencia del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador no tenía planeado eliminar las ZEE y se exploró la posibilidad de que se quedaran las zonas de Salina Cruz, Oaxaca, y la de Coatzacoalcos, Veracruz, como parte del corredor Transístmico.

No las siete, porque eran demasiadas y pulverizaban recursos y esfuerzos. Incluso, dijo, representantes del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo le comentaron que ese proyecto no iba a dar resultado por ser tan disperso y no era recomendable abrir siete zonas en el país casi al mismo tiempo, además de que 90 por ciento de las ZEE en el mundo han fracasado.

Al final, se determinó eliminar las ZEE. Marín descartó demandas contra el gobierno federal al sostener que realmente no hay ningún compromiso y no se avanzó lo suficiente. Estamos a tiempo de salirnos de este proyecto de las ZEE. Lo estamos destejiendo. Las empresas hicieron sus solicitudes y trámites, pero nosotros no les habíamos autorizado ningún permiso.

Aseguró que sólo siete empresas tenían avanzados los trámites para instalarse en Coatzacoalcos, Lázaro Cárdenas, Chiapas, Yucatán y Campeche, con una inversión conjunta de mil 500 millones de dólares, pero, agregó, entre ellas se incluyen el Parque Agrologístico Industrial del Sureste y Arcelor Mittal, que ya estaban instaladas en esas zonas.

A los gobiernos estatales, agregó, se les regresarán los terrenos que donaron. Incluso, consideró, si lo desean podrán seguir adelante con alguna parte del proyecto para atraer inversiones, como lo hará Yucatán, ya que, después de todo, muchos de los incentivos fiscales eran estatales o municipales.

Si bien admitió que la desaparición de las ZEE ha causado preocupación y críticas de dirigentes empresariales y de gobernadores del sureste, Marín Mollinedo consideró que son pocas y es más alharaca.

Ni siquiera en la reunión de alto nivel entre empresarios de Estados Unidos y México, que se efectuó hace dos semanas en Mérida, fue planteado el tema de las ZEE, indicó.

Por el contrario, ponderó que no hay día que no reciba en su oficina a representantes de empresas nacionales y extranjeras, como las grandes navieras, interesados en no quedarse fuera del proyecto Transístimico.

Del proyecto del anterior gobierno de conformar las ZEE, tres ya contaban con el decreto de creación (Coatzacoalcos, Lázaro Cárdenas y Puerto Chiapas), otras dos tenían el dictamen de aprobación (Salina Cruz y Progreso) y en las dos restantes (Tabasco y Campeche) se revisaba su dictamen.