La científica oaxaqueña que dio “luz” al agujero negro

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El Universal

Ciudad de México. El pasado 10 de abril, tras años de intenso trabajo de más de 200 científicos de todo el mundo, se consiguió uno de los más grandes logros de la ciencia moderna: la primera imagen de la sombra de un horizonte de sucesos de un agujero negro.

La imagen se presentó en conferencias de prensa simultaneas con los países que contribuyeron con esta hazaña, el director del Gran Telescopio Milimétrico de Puebla, David Hughes, informó que una decena de científicos mexicanos fueron parte del grupo de investigadores que trabajaron durante años para conseguir esta histórica imagen, destacando entre ellos a la doctora Ortiz León, cuya contribución hizo posible que México formará parte de este importante suceso científico.

“Estaba sorprendida y feliz. La imagen obtenida era muy parecida a las simulaciones por computadora que se habían hecho de los agujeros negros, esto significó queestábamos haciendo bien las cosas”, comentó Gisela Ortiz sobre los primeros resultados que obtuvieron en 2017.

 La doctora Ortiz León es originaria de la ciudad de Oaxaca, en donde vivió hasta que se trasladó a la Ciudad de México para cursar la carrera de Física en la UNAM, para posteriormente ingresar al Instituto de Radioastronomía y Astrofísica de la máxima casa de estudios. En octubre 2018, fue reconocida por la Unión Astronómica Internacional con el premio a la mejor tesis de doctorado en el área de Astronomía Fundamental.

La doctora Ortiz León frente al GTM

En entrevista con EL UNIVERSAL, la doctora Gisela Ortiz comentó acerca de su participación en el proyecto del Event Horizon Telescope (EHT).

“Me contactaron en el 2013, cuando aún estudiaba mi doctorado ya que tenía una especialización en interferometría. Mi trabajo en el GTM fue, en un inicio, apoyar a especialistas estadounidenses en adaptar el telescopio mexicano a las necesidades del EHT”, recordó.

La interferometría se utilizó en este proyecto para sincronizar ocho radiotelescopios ubicados en distintas partes del mundo y, aprovechando la rotación de la Tierra, formar un gigantesco lente digital del tamaño de nuestro planeta, cuya resolución angular de 20 microsegundos de arco, es tan potente como para que una persona que se encuentre en Nueva York pueda leer un periódico ubicado en alguna calle de París.

El Gran Telescopio Milimétrico de Puebla (GTM) es el radiotelescopio de plato único más grande del mundo y es uno de los más potentes del orbe, pero necesitaba algunas adaptaciones para formar parte de un proyecto tan ambicioso como el Event Horizon Telescope.

“La adaptación consistió en instalar un reloj atómico, ya que cada telescopio observa de manera diferente y se debe tener una forma de registrar con precisión el tiempo en el que se recibe la señal. También se instalaron discos duros con la capacidad de operar a grandes altitudes y software especializado para grabar en un ancho de banda que te permita detectar la señal con la que se trabajaría”, explicó la astrofísica

Gisela Ortiz, en el fondo se muestra una composición realizada a partir de datos reales de la parte más central de la Vía Láctea

La doctora Gisela confesó que en un inicio no creía que la noticia de la primera imagen de un agujero negro causara el impacto mundial que tuvo. “Pensaba que únicamente los que se dedican a la ciencia iban a reaccionar, pero fue gratificante que personas de todo tipo se interesaran y se involucraran en el tema, queriendo conocer el proceso por el cual se consiguió la imagen”, señaló.

Ortiz León actualmente realiza un postdoctorado en el Instituto Max Planck de Radioastronomía, en Alemania. Su deseo es regresar a México para trabajar comoprofesora investigadora en la UNAM comentó a EL UNIVERSAL, o en alguna otra institución de educación superior, además de continuar con los futuros proyectos del ETH, en los cuales destaca la intención de obtener un video del mismo horizonte de eventos.

Por último, la doctora Ortiz manifestó su preocupación acerca de la investigación astronómica en México, pues aunque el Conacyt ha externado que el financiamiento a esta ciencia no será reducido, la postura de dar preferencia a disciplinas que retribuyan un beneficio inmediato a la sociedad, no es alentador. “La astronomía genera conocimientos y beneficios innegables a la sociedad pero su aplicación es a largo plazo, en ocasiones las investigaciones que realizamos pueden tardar años en dar resultados tangibles. Muchas veces los proyectos de astronomía no reciben el apoyo (económico) necesario para sacarlos adelante”, destacó la científica.