La Jornada
Ciudad de México. La venta de automóviles en México sigue cayendo ya que en abril se redujo en 10.4 por ciento y el sector prevé ajustar a la baja la previsión ya negativa que tenía de menos 4.3 por ciento para 2019, aseveró Guillermo Rosales, director general adjunto de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA).
El mes pasado sólo se comercializaron 98 mil 105 vehículos en el país, con lo cual el acumulado de ventas del primer cuatrimestre de 2019 bajó 3.9 por ciento con 430 mil 118 unidades en total.
“Tenemos una perspectiva negativa para lo que resta del año de 4.3 por ciento, pero será revisada en los próximos días, probablemente con un ajuste a la baja porque ya nos estamos acercando a 1.4 millones de unidades por año pero bajando, cayendo, de tal suerte que es muy probable nos vayamos más abajo de nuestra estimación original de un millón 358 mil unidades vendidas en el año”, advirtió.
En cuanto a la producción y exportación de autos, Eduardo Solís, dirigente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), proyectó que se registrará un crecimiento “por lo menos” de 3.5 por ciento en cada rubro durante 2019.
Detalló que durante abril la producción sólo creció 2 por ciento al llegar a 299 mil 707 vehículos y las exportaciones subieron 5 por ciento con 284 mil 471 unidades, con lo que el acumulado del primer cuatrimestre de 2019 fue de un millón 292 mil 90 unidades producidas y un millón 121 mil 476 exportadas.
“La industria automotriz va creciendo de manera modesta pero firme”, puntualizó Solís.
Guillermo Rosales sostuvo que hay “una disociación” entre los resultados del índice de confianza de del consumidor del Inegi, en cuanto a la disposición de los mexicanos a comprar bienes durable y sobre sus expectativas de mejoría de la economía doméstica, con el comportamiento que se registran en las ventas del sector automotriz.
No obstante, acotó que pese a la disminución del índice de consumidor, éste “sigue siendo bastante satisfactorio en comparación con el año anterior y no creo que pueda tomarse como un agravamiento del panorama económico sino como un ajuste de las perspectivas hiperpositivas, digámoslo así, que la población tuvo ante el cambio de gobierno pero que siguen siendo muy favorables aunque se ajusten”.
El dirigente de la AMDA advirtió que entre la población hay “una saturación en los pagos de crédito que reducen las posibilidades de tener liquidez y destinarla a la compra de un vehículo”.
Si bien enfatizó, que en comparación con otros tipos de créditos, se mantiene la calidad del automotriz también dijo que la cartera vencida muestra un incremento de 1.73 por ciento.
Acotó que si bien es más alto que en otros meses “no representa un foco rojo ni se avizora una situación de crisis si genera mayor atención” porque disminuye el número de solicitudes para créditos y se incrementa el número de rechazos para la adquisición de vehículos.
La tasa interés es de 13.4 por ciento, en promedio, en los créditos automotrices, “bastante menos en otros tipos de instrumentos crediticios”, pero Rosales acotó que dada la competencia de distintos sectores y tipos de créditos por conseguir clientes con capacidad pago, entonces se reducen los recursos para la compra de coches.
Tan sólo en el primer trimestre dijo que bajó 6.2 por ciento el número de vehículos comprados mediante financiamiento.