Forbes
Ciudad de México. De acuerdo al Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY) en su reporte de Movilidad Social 2019, la situación no es nada halagüeña: en México, 74 de cada cien personas que nacen en pobreza, morirán en esa situación.
Y es en el sureste del país donde la situación se intensifica aún más con 86 de cada cien personas que nacieron en esos hogares nunca podrán superar esta condició.
La encuesta ESRU de Movilidad Social en México (ESRU-EMOVI) es la que identifica la problemática y hacxe hincapié en que la región de nacimiento también incide en la falta de movilidad.
La situación es inversa en el norte del país, donde 46 mexicanos de cada cien salen de la pobreza, o sea tres veces más que los nacidos en el sur.
El reporte, que apunta a identificar el peso de las condiciones de origen de las personas en sus opciones de desarrollo, tomó como base el último trimestre de 2017 e identifica la forma en la que el acceso a las oportunidades determina la movilidad social en México.
En alza
Y el panorama es agorero: la limitada movilidad social va en aumento, ya que en el reporte anterior eran 70 personas en promedio nacional las que nacían y morían en pobreza, información que corresponde a la encuesta de 2013 con base en datos de 2011, informó el Centro.
Y para reflejo de la inequidad existente, las mujeres tienen más dificultades para la movilidad social, explicó la consultora Mónica Orozco: aun con condiciones similares de origen, una menor proporción de mujeres, la que nace en la parte más baja de la escalera social, tiene la posibilidad de superar la pobreza.
Y como la crisis afecta a todos, hay que añadir el hecho que las mujeres nacidas en la parte más alta de la escalera social enfrentan un mayor riesgo de descenso, por lo que la competitividad es una palabra a la cual deber estar bien familiarizadas.
Del 82 por ciento de los hombres participan en el mercado laboral, entre las mujeres ese porcentaje es de 43 por ciento, y desciende hasta 36 por ciento cuando tienen hijos menores de 6 años.
Finalmente, el director ejecutivo del CEEY, Roberto Vélez, señaló que, «sin igualdad de oportunidades, no importa cuán grandes sean los esfuerzos de quienes nacen en situaciones de mayor desventaja, sus posibilidades de mejora serán limitadas. Se requiere crecimiento económico y acciones públicas de educación, salud y la protección social».
