La Jornada
Cualquier retraso o falta de pago puede tronar a una empresa distribuidora de medicamentos y más porque el margen de ganancia es pequeño, de 6 a 8 por ciento. Es un desafío y por eso el sector, formado en su mayoría de pequeñas empresas, se mantiene a la expectativa de la convocatoria que emita el gobierno para garantizar el abasto de medicamentos y materiales de curación en el país.
Es un asunto complejo que no se limita a transportar cajas, sino que involucra la responsabilidad de que en los almacenes y farmacias de clínicas y hospitales exista la logística necesaria para evitar robos. Esta tarea también la realizaban las grandes distribuidoras que fueron vetadas por el gobierno federal para participar en la compra consolidada de medicinas, materiales de curación, radiológicos y de laboratorio que está en curso.
En la víspera de que se realice la presentación y apertura de propuestas de los laboratorios farmacéuticos, se anticipa que algunos formalizarán sus ofertas, aunque con problemas por razones como que nunca han licitado, ya que lo hacían por conducto de las distribuidoras y tampoco cuentan con la infraestructura para transportar los productos.
La licitación LA-012000991-E82-2019 establece que los participantes que ganen los contratos deberán hacer las entregas en nueve almacenes: siete del IMSS en la zona metropolitana del valle de México; uno del Issste en Tlalnepantla y otro en Laboratorios de Biológicos y Reactivos de México (Birmex) en Cuautitlán Izcalli.
Otros fabricantes cuestionan los bajos precios de referencia fijados por la Oficialía Mayor de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y advierten que la mayoría de las medicinas, que son genéricas, materiales de curación y dispositivos, ya se venden en su precio más bajo.
Las empresas nacionales son las más afectadas, las que en los últimos siete años se enfocaron en producir genéricos y que, de acuerdo con información oficial, se lograron disminuciones de precios de 60 por ciento, en promedio, respecto del costo de los innovadores.
En el ámbito de los dispositivos ocurre algo similar, los mayores fabricantes son nacionales y también están resintiendo precios de referencia que no se apegan a la realidad y son imposibles de cumplir, dijeron algunos de sus integrantes.
Juan de Villafranca, director ejecutivo de la Asociación Mexicana de Laboratorios Farmacéuticos (Amelaf), señaló que todos queremos que los nuevos esquemas funcionen; que haya medicamentos para los pacientes y a la vez que se favorezca el desarrollo de la industria farmacéutica nacional con crecimiento y creación de empleos.
Advirtió que otro factor relevante es que se solucione el rezago en los trámites para la obtención y renovación de registros sanitarios por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios.
Sobre el tema pendiente de la distribución de los insumos, algunas empresas han expresado su interés en apoyar en las entregas. Una es Marzam, cuyo negocio está centrado en el sector privado (96 por ciento) y, de acuerdo con el director, José Alberto Peña, dependerá de los volúmenes y garantías respecto de los pagos.
Dado su modelo de negocio, Marzam estaría en la disposición de que las ventas a gobierno crezcan de 4 por ciento actual a 20 por ciento como máximo.