La Jornada
La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, busca en la memoria reciente el dato y vuelve a la pregunta: ¿Qué área del gobierno estaba libre de corrupción? No, pues, es una buena pregunta, y recurre otra vez a la memoria, guarda silencio. En cultura, sí, tal vez en cultura, y luego sentencia: Cuando la corrupción se convierte en forma de gobierno, permea todo.
En entrevista con La Jornada, la titular del Ejecutivo local quiere poner en claro algunos puntos que parecerían oscuros en el gobierno de la ciudad, y explica que la burocracia y la excesiva normatividad en el ejercicio de gobierno han llevado a la capital a una parálisis en la obra pública, que deberá terminarse con cambios en las leyes de Obras y de Adquisiciones que ya se preparan.
–¿El presidente Andrés Manuel López Obrador hablaba de que la violencia se toleró conscientemente desde las oficinas del gobierno. Nos quieres explicar de dónde vino. ¿Cómo está eso?
–Cuando la corrupción se convierte en forma de gobierno, permea todo, y particularmente, y lo más grave, son las instituciones de justicia y de seguridad pública porque tiene repercusiones directas sobre la población, y eso pasó en la ciudad.
En la sala de juntas de su oficina del Antiguo Palacio del Ayuntamiento, la madataria capitalina advierte que en materia de seguridad encontró un abandono de las instituciones y colusión con grupos delincuenciales, y que la corrupción fue tal que el maquillaje de los índices delictivos llegó hasta 75 por ciento; sin embargo, asegura que se han logrado avances, como una disminución en homicidios dolosos que en junio llegó a una media de 4.3 diarios en comparación con los seis registrados en diciembre pasado.
–¿Colusión de mandos?
–Pues no sé hasta dónde llegaba porque también hay que tener pruebas, pero yo sí creo que se toleró la entrada de estos grupos (de la delincuencia organizada) a la ciudad o se toleró que pudieran operar en la ciudad, porque una cosa es decir no hay mas que narcomenudeo y otra es creerte que no hay grupos.
Hay bandas delictivas fuertes que estamos atacando, que están vinculadas a bandas de otros lugares. ¿Y eso cómo lo resuelves? Pues con inteligencia. Siempre se ha dicho que hay que buscar la ruta del dinero; debe haber inteligencia, hacer buenas carpetas de investigación. La situación es de tal nivel que se requiere de una fuerza, que existe hoy, de seguridad pública en todo el país, que es la Guardia Nacional, en ciertos lugares de la ciudad.
Y sentencia que en su gobierno no hacemos pactos mafiosos ni negociamos con delincuentes, por lo que advirtió que no sólo habrá limpieza en las instituciones.
–¿En cuánto tiempo la gente va a sentir una mejora en la seguridad… en su persona?
–Creo que cada vez va a haber más seguridad. No tienes de otra más que fortalecer a las instituciones con buena gente, que tenga certezas y que fortalezca las áreas que tienes que fortalecer.
–¿Eso significará limpieza?
–Pues no sé si es sólo limpieza porque no es un tema de despedir a los malos policías, que es como normalmente se ve, sino realmente construir instituciones de seguridad y de justicia que queden arraigadas para que no puedan descomponerse tan fácilmente.
Sheimbaum acepta que la Guardia Nacional no es la solución a la violencia que se vive en la capital, sino un refuerzo, parte de la estrategia, e insiste en que tiene que haber mayor presencia policiaca y trabajo de inteligencia.
Hay que hacer de esta una ciudad segura otra vez, que la gente se siente segura para salir a la calle es el objetivo, desde lo que nos distingue que es la atención a las causas siempre, por eso hablamos de una ciudad de derechos, y en la medida de que eso lo logremos y que los jóvenes tengan otras oportunidades, pues van a dejar de acercarse a la delincuencia.
Asegura que se acabó la corrupción en la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda, aunque acepta que la ciudad necesita a los desarrolladores inmobiliarios, pero que se acabó la autorización de megadesarrollos irregulares y se modificará el Código Penal para que la violación de sellos de suspensión de obras se castigue.
Anticipa que se trabaja en un nuevo modelo de desarrollo urbano que incluye instalar corredores en zonas de mucho deterioro que pueden ser renovadas y en las que se facilitarán los permisos para construir, como en Tacuba y San Cosme, y en Eje Central y Paseo de la Reforma hacia el norte, donde se deberá respetar los usos de suelo y construir vivienda de interés social.
–Dicen los desarolladores que hay algo así como 40 mil albañiles sin trabajo porque se han frenado las construcciones.
–Hay muchas construcciones, siguen. Paseas por la ciudad y sigue habiendo construcciones. En mayo, en la evaluación del Instituto Mexicano del Seguro Social, de todo el país, la ciudad es la que más empleos generó. No se va a perder la inversión.
Pero advierte que también se terminaron y se suspenderán los contratos leoninos, como los que se firmaron en la anterior administración, con los que se entregó el espacio público a particulares para construir plazas comerciales en los Centros de Transferencia Modal. Esta idea de hacer plazas comerciales en toda la ciudad quedó en el pasado.
–¿En el parque La Mexicana, tuvo problemas?
–En La Mexicana tuvimos un problema. Querían que el gobierno pagara más de 2 mil millones de pesos. Había oficios firmados de que se les debía esa cantidad. Nosotros nos negamos a pagar. Además, había ya un asunto en el Tribunal de Justicia Administrativa, pero no vamos a pagar ni un centavo.
–¿Tampoco se va a pagar a las personas que están demandando al gobierno, como los del corredor Chapultepec?
–No. Yo dije ahí que lo máximo… Nos preguntaron que cuánto podíamos pagar y yo dije que 10 pesos. Lo que cuesta el boleto (del Metro) de ida y de regreso.
“Y en los casos donde hay plazas comerciales, ahí es donde estamos echando para atrás, por ejemplo, el Cetram Chapultepec. Ahí estamos ya por entrar en un proceso de diálogo con el concesionario antes de entrar directo a retirar la concesión, porque tienes otra parte, ahora en Chapultepec, que fue lo que hicieron en el corredor completo. Ellos presentan al Tribunal de Justicia Administrativa una demanda y nos dicen: ‘Páganos 900 millones de pesos porque es lo que yo debería haber ganado’”.
Anticipa que los proyectos inmobiliarios deberán ser sometidos a consulta vecinal para ser autorizados, como es el caso del que anunció recientemente la firma Sordo Madaleno en la glorieta de Colón, donde se prevé construir cinco torres, el cual, aclaró, aún no está autorizado.
Sobre la nueva ley en materia de democracia participativa que deberá expedir el Congreso capitalino, la jefa de Gobierno se pronunció por modificar la forma en que se aplica el presupuesto participativo, que para este año será de cerca de mil millones de pesos, así como la integración de los órganos de representación ciudadana, aunque para esto último, advirtió, será necesaria también una reforma a la Constitución local.
–¿Les van a seguir dando los mil millones de pesos cada año?
–Está en la Constitución. Tiene que estar y creo que es un buen ejercicio. El problema también es que el presupuesto participativo se volvió lo que no hace la alcaldía, en vez de ser un adicional, pero la verdad estamos trabajando para que opere como en el programa Mejor Escuela: este año todas las escuelas públicas de la ciudad, todas, desde prescolar hasta secundaria, recibieron un recurso, se organizó a los padres de familia en asambleas, ellos eligieron su comisión ejecutora, su comisión de vigilancia y en qué iban a gastar el recurso, de una lista, y se les entregó el cheque y la gran mayoría ya hizo sus obras.
Por ello plantea entregar directamente los dineros a los vecinos para ejecutar el proyecto ganador y no por conducto de las alcaldías “Es mucho más eficiente; la gente es honesta y no se pierde mucho en la contratitis”.
En cuanto a la elección de los órganos de representación ciudadana, consideró que la Constitución dejó amarrado el número de personas que deben integrarlos y yo, la verdad, pienso que quien quiera participar y ser representante de su colonia, que sea representante, sean 10 o 20, pero esta cosa de elegir a los consejos ciudadanos se volvió la rebatinga de la clientela y al final tenían muy poca representatividad, porque votan por ellos menos de 6 por ciento.
La mandataria capitalina afirma que el sindicato no es en un obstáculo para acabar con la corrupción en el Gobierno de la Ciudad de México, pese a que éste sigue peleando por conservar las prebendas que tenia en la administración anterior.
En Salud todavía tenemos problemas, pero se ha ido poco a poco. Se cambiaron directores de hospitales que estaban coludidos. Se está cambiando la manera en que se definían los turnos de los médicos, de las enfermeras.
–¿Se viene una elección de presidente del comité del sindicato, y hay muchas voces que aseguran que Juan Ayala pretende relegirse.
–Eso lo van a decidir los trabajadores. Nosotros no nos vamos a meter. Lo que sí es que ellos saben que se les acabó el negocio.
A un año de haber ganado la jefatura de Gobierno, Claudia Sheinbaum dice estar muy entusiasmada con su proyecto, el cual, indicó, va muy avanzado, aunque admitió que ha habido retraso en el inicio de algunas obras.
Destacó que ha puesto en marcha programas únicos en el país, como el de Mejor Escuela para el mantenimiento de los planteles educativos, el cual será retomado por el gobierno federal; además, el de útiles y uniformes escolares gratuitos, que este año duplicó el apoyo, y la entrega de un beca económica para todos los alumnos de primaria y secundaria.
Agregó que la estrategia de centros comunitarios del Programa Puntos de Innovación, Libertad, Arte, Educación y Saberes (Pilares) va muy bien, e incluso se tienen indicadores de que donde se han instalado empieza a disminuir la incidencia delictiva, que es la gran apuesta que nosotros tenemos.
Aunado a ello, en agosto se inaugura una nueva preparatoria del Instituto de Educación Media Superior, así como la nueva universidad de la ciudad Rosario Castellanos, con 4 mil alumnos, que inicia en septiembre.
También este año se concluirá la primera etapa del rescate del Canal Nacional y el Bosque de Aragón, y se abrirán a la ciudadanía las áreas naturales protegidas con intenvenciones en las sierras de Santa Catarina, de Guadalupe y el parque ecológico de la Ciudad de México.
La mandataria señaló que en materia de transporte se contempla una inversión de 100 mil millones de pesos, lo que incluirá la compra de trenes para el Metro, cambiar el sistema automático de varias líneas, remodelar varias estaciones para mejorarlas y no sólo por encimita.
Asimismo, se adquirirán 500 nuevos trolebuses, se construirá un trolebús elevado, que correrá de Constitución de 1917 a Santa Marta Acatitla, cuyo proyecto ejecutivo está en elaboración y se iniciará el próximo año. Agregó que se espera ampliar la red del Metrobús y adelantó que la línea 3, que corre de Tenayuca a Etiopía, se ampliará hasta el Metro Zapata.
–Por cierto, ¿cuándo van a ordenar a los ciclistas?
–Sí, tiene que regularse una parte. Normalmente tenemos la visión del que va en coche; también los otros tienen que ordenarse, pero tiene que haber convivencia y un reglamento también para los ciclistas.
–¿Cómo va el gabinete?
–Creo que algunas áreas van mejor que otras. Yo creo que va bien. El Presidente tiene una frase: Mover al elefante; decimos que es el elefante reumático, porque mover a la burocracia y la cantidad de normas que existen para poder gastar un sólo peso, es una cosa impresionante.
Señala que este año se tiene inversión histórica para el rescate del espacio público, con dinero del gobierno no como las inversiones de privatización que se hicieron la administración pasada, pero apenas van a empezar en julio unas y otras en agosto porque “el tema de la burocracia es una cosa tremenda, por lo que se preparan cambios a las leyes de Obras y de Adquisiciones.
Digamos que no ha despegado la obra pública como debe de despegar por un tema de la normatividad excesiva que existe en el gasto público, y como ejemplo puso el caso de la linea 1 del Cableblús, que irá de Cuautpec a Indios Verdes en la que se hizo una licitación internacional que duró dos meses, pero al final, de las dos empresas que quedaron una “se fue al cielo, con un precio 3 mil 500 millones de pesos y el otro se tiró al piso.
Luego hubo una invitación restringida, que duró cuatro meses, para que al final todo se resolviera en una subasta, que si la hubiéramos hecho desde el principio en un mes, porque es un proyecto complejo, lo hubiéramos resuelto.