A un mes de que se cumplan cinco años del derrame de una mina operada por Grupo México en los ríos Bacanuchi y Sonora, el presidente Andrés Manuel López Obrador pidió al secretario del Medio Ambiente y Recurso Naturales, Víctor Manuel Toledo, que atienda este caso.
También reiteró que ante la “destrucción del neoliberalismo”, su decisión fue seguir adelante ya que de realizar una persecución consumiría la mayor parte del tiempo.
Al ser cuestionado durante su conferencia de prensa sobre el derrame minero en Sonora en 2014, el presidente indicó que “se alega que la empresa aportó a ese fideicomiso (para atender este problema) pero no hay claridad. Es notorio que no se terminó de responder las demandas de la gente”.
Indicó que pedirá al titular de Semarnat ir a este sitio para verificar este caso.
El mandatario aprovechó para señalar que su objetivo era concluir con el “llamado modelo económico neoliberal porque consideramos que fue un fracaso que benefició sólo a una minoría, que el neoliberalismo fue neoporfirismo, y se dedicaron a saquear al país” durante 36 años.
Ante ello, indicó que frente a “la destrucción del neoliberalismo, con el saqueo e injusticias”, sólo había dos opciones: “meternos a juzgar a los responsables o decir: punto final, y vamos a inaugurar una etapa nueva. Decidimos por lo segundo. No dejar de condenar el modelo neoliberal”.
Tras retomar algunas de las frases que señaló en su informe emitido el lunes pasado, recalcó que no busca apostarle a la venganza o a la persecución porque de hacerlo “nos íbamos a quedar anclados, nos iba a quitar mucho tiempo y no íbamos a poder sentar las bases para una patria nueva. Nos íbamos a desgastar mucho”.
El motivo de su prisa, así como de su “loca pasión y activismo”, dijo, tiene un elemento racional, que es apurarnos a sentar las bases para una patria nueva por si un día regresa el modelo neoliberal, les cueste mucho trabajo regresar a la dinámica que tenían gobiernos anteriores.
La Jornada
