Padecen hambre más de 821 millones de personas en el mundo

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La Jornada

Ciudad de México. En todo el mundo, casi 821 millones 600 mil personas sufrieron hambre en 2018, lo que representa un crecimiento de 10 millones 6 mil sobre la cifra registrada en 2017, de acuerdo con un informe publicado por varias instituciones de la Organización de Naciones Unidas (ONU), que deploran el tercer año consecutivo de aumento.

El número de habitantes que carecían de alimentos suficientes para comer el año pasado fue de 513 millones 900 mil en Asia, 256 millones 100 mil en África y 42 millones 5 mil en América Latina y el Caribe, detalla el documento El estado de seguridad alimentaria y nutrición en el mundo.

“En América Latina y el Caribe, las tasas de subalimentación aumentaron en los años recientes, en gran parte a consecuencia de la situación en América del Sur, donde el porcentaje de personas con hambre aumentó de 4.6 por ciento en 2013 a 5.5 por ciento en 2018”, señala un comunicado de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés).

América del Sur es afectada por la extensa y profunda crisis económica que vive Venezuela. En los años pasados, la prevalencia de la subalimentación en el país caribeño se multiplicó casi cuatro veces, al pasar de 6.4 por ciento en 2012-2014 a 21.2 por ciento en 2016-2018, puntualiza el documento.

En América Central y el Caribe los porcentajes de individuos afectados por hambre siguen en retroceso, con 6.1 por ciento y 18.4 por ciento, respectivamente, pero aún por encima del dato de América del Sur, 5.5 por ciento.

Con estos números “tenemos que rescatar, en promedio, a más de 3 millones 500 mil personas del hambre cada año desde ahora hasta 2030 si queremos alcanzar la meta de hambre cero del Objetivo de Desarrollo Sostenible”, aseguró Julio Berdegué, representante regional de la FAO.

Naciones Unidas destaca que el aumento del hambre refleja la desaceleración económica que vive la región, afectada en los años recientes por la caída en los precios de productos básicos que son motores del producto interno bruto (PIB) de la mayoría de los países latinoamericanos.

La caída del PIB y el aumento del desempleo en muchos países provocaron que retrocediera el ingreso en los hogares, causando una recaída en la lucha contra la pobreza.

Tras varios años de caída en los índices de miseria, “el número de personas pobres aumentó de 166 millones a 175 millones entre 2013 y 2015, creciendo de 28.1 por ciento a 29.2 por ciento de la población”, puntualiza la FAO.

A escala global, África presenta la situación más alarmante, ya que la región tiene las tasas de hambre más altas del mundo, que aumentan lenta pero constantemente en casi todas las subregiones. En África oriental cerca de un tercio de la población tiene una dieta insuficiente.

Además de los fenómenos climáticos y los conflictos, la crisis económica impulsa este aumento. Desde 2011, casi la mitad de los países en los que el hambre aumentó debido a la desaceleración o al estancamiento de la economía se encuentran en África, señala el texto.

Sin embargo, el mayor número de personas subalimentadas, más de 500 millones, vive en Asia, sobre todo en los países del sur del continente.

Los datos señalan que las probabilidades de padecer inseguridad alimentaria son mayores para las mujeres que para los hombres a escala global, con mayor acentuación en América Latina.

Al mismo tiempo, el documento apunta a la tendencia de la “creciente obesidad” en el mundo, que afecta especialmente a los niños.