Los diputados Pável Meléndez Cruz y Ericel Gómez Nucamendi propusieron a la LXIV Legislatura postular al obispo emérito de la Diócesis de Tehuantepec, Arturo Lona Reyes, a la medalla Belisario Domínguez que otorga el Senado de la República a ciudadanos y ciudadanas eminentes: el pleno aprobó la nominación de urgente y obvia resolución.
En tribuna, el parlamentario expuso sus argumentos para que sus compañeras y compañeros le respaldaran la propuesta y el obispo pueda recibir la máxima condecoración que puede conferirse a los ciudadanos más eminentes.
“En reconocimiento de su gran activismo y servicio a nuestro país, esta legislatura debe postular al Obispo Emérito de la Diócesis de Tehuantepec, Monseñor Arturo Lona Reyes para recibir la medalla Belisario Domínguez, como máximo reconocimiento a su labor en la defensa de los derechos humanos”, expresó.
Detalló que el obispo Arturo Lona se ordenó como sacerdote en San Pablo Apetatitlán, Tlaxcala, un 15 de agosto de 1952; comenzado su apostolado sacerdotal en Tamazunchale, San Luis Potosí; siendo que en su primer parroquia fundó la escuela “Fray Pedro de Gante”.
El legislador precisó que este gran ser humano fue invitado por el papa Pablo VI para ser Obispo de la Diócesis de Tehuantepec, lugar al que llegó en 1972. A partir de su ejercicio episcopal a través del Centro Diocesano de Pastoral realizaba cursos de formación a catequistas y agentes de pastoral formando las Comunidades Eclesiales de Base.
Al ser Obispo en dos ocasiones, comentó que ejerció como presidente del Centro Nacional de Apoyo a Misiones Indígenas (CENAMI), presidiendo la Comisión Pastoral Indígena de Conferencia Episcopal Mexicana. Fue integrante del grupo de Obispos Amigos (GOA), integrada por obispos de América Latina y El Caribe, teniendo como premisa la “opción preferencial por los pobres”.
Su lema como obispo es: “los pobres me evangelizan”, enfatizó Pável Meléndez. Refirió que Arturo Lona intervino en la formación de diversas organizaciones que brindan servicios a los habitantes del Istmo de Tehuantepec: como el Centro Popular de Apoyo y la Formación para la Salud (CEPAFOS).
Ha contribuido a fortalecer el Trabajo Común Organizado (TCO), y su participación fue importante en la creación de pequeñas cooperativas, y en su momento de la Unión de Comunidades Indígenas del Istmo (UCIRI); ha impulsado la creación de la Cooperativa de Comunidades Campesinas en Camino (CCC).
La educación de la población indígena, remarcó, ha sido una de sus principales preocupaciones y en 1986 fundó el bachillerato Marista en Asunción Ixtaltepec, que actualmente cuenta con siete extensiones ubicadas en San Felipe Zihualtepec, San José El Paraíso, Quiechapa, Quiegolani, San Mateo del Mar, Colonia Cuauhtémoc y San Francisco La Paz, de los cuales ya cuentan con albergue como el de San Felipe Zihualtepec donde son atendidos casi 160 alumnos.
Al dejar de ser Obispo titular de la Diócesis de Tehuantepec, concluyó, su opción fue quedarse en la región para seguir trabajando a favor de los pobres, y se instaló en la población de Lagunas, Oaxaca, y en la región de la selva chimalapa de San Francisco la Paz.
