La Jornada
A unas horas de que se realice la consulta organizada por el Congreso estatal sobre el tiempo que permanecerá en el cargo el gobernador electo, Jaime Bonilla, el presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que corresponde a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) decidir si serán dos o cinco años, porque ahora hay estado de derecho.
“Antes eran dedazos y concertacesiones, aunque parece que ya se les olvidó a los conservadores. Mándenles un telegrama, fax, correo electrónico o como sea, pero avísenles que esto ya cambió”, planteó en dos tuits que envió anoche –hora del centro– cuando se dirigía al hospital rural de San Quintín.
En Baja California hay una controversia acerca de si dura dos o cinco años en el cargo el gobernador electo. Lo bueno es que ahora hay estado de derecho y decidirá la SCJN, escribió.
La reforma al artículo 8 transitorio de la Constitución local, que amplía el periodo de Bonilla, fue aprobada por la legislatura pasada de mayoría panista, y está pendiente su publicación en el Periódico Oficial del estado. La actual legislatura, controlada por Morena, anunció que la publicará sólo si en la consulta la ciudadanía vota mayoritariamente por los cinco años. Eso permitiría impugnarla ante la Corte, aunque diversos sectores, incluido el gobernador Francisco Vega de la Madrid, ya presentaron recursos judiciales por la omisión del Congreso, que fueron declarados improcedentes.
Para la controversial consulta de hoy se colocarán 250 mesas en 17 distritos del estados, que estarán abiertas de 9 a 17:30 horas.
Federación pagará a maestros
El Presidente llegó retrasado a San Quintín porque la gente lo fue deteniendo desde Tijuana en distintos tramos de la carretera, que suman casi 300 kilómetros de trayecto. Ahí, durante su visita al hospital rural, algunos ciudadanos portaron mantas en contra de la ley Bonilla –sobre lo que el Presidente no quiso declarar a su llegada a Tijuana, con el argumento de estar en huelga de entrevistas– y maestros interinos del sistema de educación básica estatal –integrantes de la sección 37 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación– demandaron el pago de salarios que les deben desde hace más de un año. Al respecto, López Obrador anunció que la Federación se va a hacer cargo del pago de la nómina de docentes jubilados, pensionados e interinos.
Recordó que se transfirió a los estados la nómina magisterial en el sexenio de Ernesto Zedillo y nunca se tomó en cuenta el crecimiento de la matrícula, lo que ha provocado que los maestros estatales a veces no cobran. En la visita, el Presidente fue acompañado por Vega de la Madrid.
Horas antes, en el hospital rural de El Fuerte, Sinaloa, el mandatario reiteró que en su gobierno la prioridad son los pobres, por lo que consideró masoquistas a quienes extrañan las políticas neoliberales y llamó a fundar en México una república amorosa. Todavía hay quienes dicen que estábamos mejor antes: sólo que fueran masoquistas, ironizó, y explicó que antes se seguía una política de privatización de la educación y por eso se dejó de apoyar a los jóvenes.
La prioridad son los pobres, dijo: Que no me vengan aquí a decir que eso está mal, porque eso tiene que ver con el humanismo y el cristianismo, que tiene que ver con todas las religiones. De qué sirve ir a la iglesia todos los domingos o a los templos, si uno va a estar practicando en los hechos realmente la religión del egoísmo, no la del humanismo.
En este lugar, con 40 por ciento de población indígena, llamó a quienes lo detienen en las carreteras –en su trayecto de Los Mochis a El Fuerte sumaron 10 ocasiones– que lo ayuden a cumplir a tiempo las giras que realiza para recabar los sentimientos de la población. También pidió hacer a un lado las diferencias político-electorales porque no estamos en campaña; ahora estamos gobernando y la patria es primero, tenemos que unirnos todos.