Retrocede la banca de desarrollo en México

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La Jornada

A diferencia del primer año de gobierno del ex presidente Enrique Peña Nieto, en el periodo comparable de la administración del actual mandatario, Andrés Manuel López Obrador, la banca de desarrollo ha disminuido el monto del crédito total que concede a empresas, gobierno, entidades financieras y familias, ya sea de manera directa o mediante el otorgamiento de garantías. La razón, según especialistas, es por la falta de inversión pública y privada.

De acuerdo con el primer Informe de gobierno de López Obrador, en diciembre de 2018 la cartera de crédito de la banca de fomento ascendió a un billón 78 mil 790 millones de pesos, mientras al cierre de junio pasado se ubicó en un billón 66 mil 513 millones, lo cual significa que en los primeros meses de gobierno hubo una caída de 1.4 por ciento.

En contraste, según cifras de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, durante el primer año de gobierno de Peña Nieto el financiamiento de la banca de desarrollo tuvo un alza de uno por ciento, al pasar de 460 mil millones de pesos en diciembre de 2012 a 465 mil millones en junio de 2013.

Dicho aumento, durante el primer año del ex mandatario, fue marginal; sin embargo, uno de sus ejes planteados en su primer Informe de gobierno fue fortalecer la banca de desarrollo, lo cual derivó en que durante su sexenio la cartera prácticamente se duplicara, al alcanzar un billón de pesos.

Para Jorge Sánchez Tello, director del Programa de Investigación Aplicada de la Fundación de Estudios Financieros, la razón de la caída de la cartera de crédito de la banca de desarrollo es la falta de inversión pública y privada en el país, pues al no haber demanda no puede colocar préstamos.

“Creo que si la iniciativa privada y el gobierno llegan a un acuerdo para impulsar la inversión, ello tendrá una consecuencia positiva para el crédito que otorga el sector privado y, sin duda, el público por medio de su banca de desarrollo”, afirmó el especialista.

En días pasados los principales empresarios del país se reunieron con el presidente López Obrador para hablar sobre inversiones en Plan Nacional de Infraestructura, el cual, se espera, será presentado en las semanas próximas.

Al respecto, Gabriel Yorio, subsecretario de Hacienda y Crédito Público, dijo en entrevista que dicho plan será dado a conocer en un par de semanas, en el cual se incluirán proyectos carreteros y de energía (petróleo y electricidad) y tendrá gran participación la inversión privada, por lo cual se requerirá financiamiento de la banca privada y de desarrollo.

Aseguró que en dicho plan la banca de desarrollo tendrá un papel “importante”, pero a la vez dará un giro, dado que ahora se buscará que su objetivo sea atender precisamente las fallas de desarrollo que hay en el país.

“Estamos trabajando con los directores de los bancos de desarrollo para que cambien sus planes de negocios y enfoques”, manifestó el funcionario.

Transformación

Las entidades que integran la banca de desarrollo del país son: Nacional Financiera (Nafin); Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras); Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext); Banco Nacional del Ejército (Banjercito); Sociedad Hipotecaria Federal (SHF), y Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros (Bansefi).

No obstante, por mandato del presidente López Obrador ese ecosistema se encuentra en etapa de transformación, pues pretende que Nafin y Bancomext funcionen como una sola entidad y Bansefi pase a ser el Banco del Desarrollo, entidad que, en teoría, contará con alrededor de 12 mil sucursales en el país, es decir, prácticamente la misma cantidad que tiene toda la banca comercial.

Con esas adecuaciones el Presidente de la República pretende que la banca de desarrollo deje de ser “un negocio de saliva y de tráfico de influencias”, pues la reconfiguración de la banca de fomento busca beneficiar a 15 millones de nuevos clientes en zonas rurales, municipios marginados y áreas semiurbanas donde no llega la banca comercial.

“Buscamos modernidad para todos, que sea lo más incluyente posible y que las sucursales bancarias estén en todos los pueblos. Con este sistema moderno quizá ya no se necesitarán sucursales bancarias, sino que se van a poder llevar a cabo las operaciones mediante ese sistema de comunicación”, expresó el mandatario en su momento.