La Jornada
El secretario de la Defensa Nacional Luis, Cresencio Sandoval, admitió que hubo errores en el operativo mediante el cual intentaron detener a Ovidio Guzmán, hijo de El Chapo, y que derivó en los hechos violentos que aterrorizaron ayer a la ciudad de Coyoacán.
Contrario a lo que afirmó anoche el secretario de Seguridad Pública, Alfonso Durazo, Sandoval señló que no se trato de algo circunstancial, sino de “una acción directa para la aprehensión “de un delincuente (Ovidio Guzmán López) que contaba con orden de detención con fines de extradición, emitida por un juez federal”.
El mando castrense señaló que la acción estuvo a cargo de la Policía Federal Ministerial, pero –reconoció– “actuó de manera precipitada, (con) deficiente planeación, así como falta de previsión de las consecuencias de la intervención, omitiendo además obtener el consenso de sus mandos superiores”.
El titular de la Sedena expresó lo anterior durante una conferencia de prensa realizada en la capital sinaloense, acompañado por el titular de la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciuudadana (SSPC), Alfonso Durazo Montaño .
Relató que dadas las características de este municipio y las horas hábiles en que ocurrieron los hechos (después de las tres de la tarde), la población fue utilizada como escudo humano por la criminalidad” que finalmente logró la liberación de Ovidio Guzmán.