Lila Downs abre las puertas de Oaxaca en un documental

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La  cantante y compositora mexicana-estadounidense, quien ha expresado su orgullo por Oaxaca desde sus primeras producciones, ahora presenta con lujo de detalle cómo es la cocina, el paisaje y la gente en el sureño estado mexicano indígena donde creció, en este filme dirigido por Gonzalo Ferrari.

“El cine siempre ha sido familiar para mí porque mi padre fue cineasta”, dijo Downs en una entrevista con The Associated Press al día siguiente del estreno a la sala llena en el Festival Internacional de Cine de Morelia. “El cine es una herramienta singular en mi trabajo. Siempre es importante para mí hacer en compañía de la música la cuestión visual”.

La semana pasada, Downs fue galardonada en los premios Lunas del Auditorio Nacional en la categoría de música mexicana y le dedicó su premio a México, un país del que dijo que hay muchas versiones. Una de ellas es la que presenta en la película.

La iniciativa surgió durante la grabación de su más reciente disco, “Al chile”. De acuerdo con el director, fueron sus canciones las que sirvieron como base para encontrar los temas a abordarse.

“Lo asociamos con el viaje interior que estaba haciendo Lila, el viaje que inicia cuando está grabando el disco”, dijo Ferrari, un uruguayo afincado en México desde hace una década. “Por eso vamos a Oaxaca, por eso vamos a Juchitán, porque ella sentía con este disco una necesidad de reencontrarse con toda esta gente”.

Aunque Downs es originaria de la ciudad de Tlaxiaco, Oaxaca, fue en Juchitán donde pudo proyectar su carrera después de unos años difíciles tras la muerte de su padre, cuando ella tenía 16 años. Cuenta que en esa época cambió la forma en la que era tratada en su ciudad porque no había un hombre en su casa.

“Mi pueblo fue duro conmigo de joven”, recordó la artista. “Aunque era gringo, era muy respetado en el pueblo, lo querían mucho”, dijo sobre su padre, quien según la cantante ayudó a fundar y daba clases en la casa de la cultura local.

Su madre, originaria de Oaxaca, todavía vive y aparece en el documental. “El cine es bien importante para ella y ella fue la (actriz) protagónica en varias películas de mi papá”, dijo Downs.

Una vez que probó suerte en Juchitán, en el Itsmo de Tehuantepec, su vida empezó a cambiar.

“Fui tan aceptada, musicalmente, como mujer, como ser humano, que nunca se me olvida ese lugar y siempre lo veo como una plataforma de mi carrera. Quise volver a ese lugar por eso”, dijo la cantante, quien el viernes hizo bailar al Auditorio Nacional con su ya tradicional concierto del Día de Muertos.

El título del documental proviene de las bandas de la costa chica de Oaxaca (una región diferente a la de Juchitán), que tocan chilena y merequetengue en las fiestas populares. La zona es colindante con el estado de Guerrero y en ella hay población afromestiza.

El ritmo bailable de las bandas de chile frito, dice Downs, tiene similitudes con el huapango, de la zona norte del Golfo de México.

“Es donde se encuentra la negritud, pero también el mestizaje del español. Ese ritmo tiene que ver con las dos cosas: es un ejemplo del gran mestizaje que llevamos en las venas”, explicó.

En total aparecen en el filme unos 200 músicos, entre la banda La Misteriosa de Downs y otros como un joven que se identifica como muxe (pronunciado mushe), género con que se define en la región zapoteca a una persona nacida con genitales masculinos que asume roles femeninos.

En una escena el joven comienza a tocar música vestido de acuerdo a su nueva identidad de género sin que su banda se incomode. Pero en otra aparece con su madre, quien le cuenta a Downs lo difícil que fue aceptarlo en esta nueva etapa debido a su religión cristiana.

“Es verdad que no todo es tan bonito como lo pintan en algunas películas que yo he visto. Ves todo el lado positivo de la aceptación muxe”, dijo Downs. “En una edición anterior (del documental) habló la abuela, y la abuela decía ‘yo acepto a mi nieto como vino, ella quiere ser así’. Fue muy lindo”.

El documental, con guion de Christian Cueva y Ricardo Farias, muestra los agaves de los que se hace el famoso mezcal, las montañas sagradas en Oaxaca y a una cocinera que explica la importancia de los ingredientes tradicionales para el mole.

“Comimos rebien”, dijo Downs con una sonrisa. “Todos subimos un buen, nos pusimos gorditos”.

Y aunque aún no está definido dónde se proyectará o transmitirá tras su estreno en Morelia, la artista se quedó con ganas de mostrar aún más de Oaxaca.

“Siento que es como un primer capítulo, que se presta para seguir”, dijo Downs.

El Universal