Mexico Desconocido
En un pueblo remoto de la Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán, donde las noches son estrelladas y solo se escucha el sonido del viento, un grupo de mujeres mixtecas te enseñará a hacer pulque, a tejer la palma y a descubrir unas cascadas de aguas cristalinas.
A menos de dos horas de la ciudad de Oaxaca, subiendo por la sierra de Nochixtlán, aparece la pequeña comunidad indígena de El Almacén, donde viven apenas unas treinta familias.
Once mujeres de la comunidad se han organizado bajo el nombre de Mujeres Milenarias para rescatar una tradición ancestral: la producción de pulque. Y, de paso, reciben visitantes para compartirles, en una aventura memorable de dos noches y tres días, su modo de vida, su comida y sus conocimientos artesanales.
Comida tradicional
La visita a la comunidad de El Almacén empieza con una rica comida local en casa de alguna de las Mujeres Milenarias. La comida es auténtica y deliciosa: sopes de maíz azul cultivado por ellas mismas, frijolitos cosechados en la zona, queso de rancho y otras hortalizas del huerto. ¿Para beber? Claro, ¡un poco de pulque o de aguamiel recién extraído!
Caminata para ver el atardecer
Más tarde, para bajar la comida, haz una caminata por los alrededores del pueblo en compañía de las mujeres, quienes tienen la maravillosa habilidad de caminar por el cerro en sandalias y largas faldas coloridas, al tiempo que platican, ríen y van tejiendo la palma. Esto te permitirá disfrutar un atardecer de tonos rojizos desde lo alto del cerro, con vista a las espectaculares montañas de la Sierra Madre Occidental.
El proceso del pulque
Al día siguiente, las Mujeres Milenarias te enseñarán a hacer pulque. Todo empieza con la selección de un maguey maduro (de unos 12 años de maduración), frente al que se hace una breve ceremonia ritual con copal antes de cortarlo.
Con ella le piden permiso a la tierra para extraer el aguamiel y agradecen su generosidad. Después acompañarás a alguna de las once mujeres por el cerro a raspar varios magueyes que ya han sido perforados, para obtener—con ayuda de un guaje largo llamado bule— el aguamiel que se ha acumulado en las últimas 24 horas.
¡No te desesperes si no lo logras a la primera! Hay que usar la boca y succionar fuerte. Ayudarás a cargar el aguamiel en pequeños contenedores para llevarlo a fermentar en sus casas.
Las Mujeres Milenarias cultivan el maguey, y con ayuda de Viridiana, la ingeniera de la comunidad, han formado pequeñas cañadas para sembrarlo y evitar así que se siga erosionando el suelo, pues antes de este proyecto, la comunidad vivía de la venta de carbón vegetal. Hoy tienen alrededor de 20,000 plantas de maguey.
Cascadas de Apoala
Después de la extracción del aguamiel, las Mujeres Milenarias te llevarán a conocer un sitio maravilloso y poco conocido. Cerca de El Almacén, en dirección a las montañas, se encuentra la Reserva Natural de Apoala Santiago, cuyo nombre significa “Donde reparten el agua” en mixteco, por su abundancia de ríos y cascadas.
Tras un breve trayecto en camioneta, bajarás muchos escalones de leña en un cañón para llegar a varias pozas color turquesa. No olvides llevar traje de baño y toalla para refrescarte en ellas.
Taller de tejido de palma
De vuelta a la comunidad, y después de comer una rica sopa de calabazas recién cortadas del huerto, las Mujeres Milenarias organizan un taller relajado donde te mostrarán el proceso para tejer la palma, con el que fabrican canastos, cestos pequeños, sombreros, tortilleros, abanicos, portavasos, petates y otras artesanías.
Más tarde, todas se reúnen en torno al fogón para preparar los tamales de frijol para la noche, mientras se comparten risas y algunas frases en mixteco.
Toda ayuda de los visitantes es bienvenida. Cuando los tamales están listos, varias mujeres llevan la olla a la zona donde han encendido una fogata. Allí podrás mirar las estrellas, acompañar tu tamal con un café de olla y escuchar historias y leyendas locales.
Clase de mixteco
Nakumichum, es decir, ¡buenos días! En la tercera mañana, antes de despedirte de las Mujeres Milenarias, te darán una breve clase de mixteco. Las lenguas mixtecas tenían en el año 2000 alrededor de medio millón de hablantes en nuestro país, la mayoría en Oaxaca, Puebla y Guerrero, pero están en peligro de perderse. Todas las integrantes del grupo lo hablan como primera lengua, por lo que resultan las mejores maestras.
Datos prácticos de viaje
Este recorrido está operado por <a href=”https://rutopia.com/”>Rutopía</a>, una empresa social mexicana que se dedica a organizar viajes de turismo sustentable y regenerativo en comunidades marginadas de todo México.
Con ello contribuyen a proteger los ecosistemas, a mejorar las condiciones de vida de las comunidades, y a evitar que sus pobladores tengan que migrar para conseguir un ingreso. En 2019 concursaron por el contra otros 20,000 proyectos sociales de todo el mundo y, tras quedar entre los seis finalistas, ganaron el primer lugar, por lo que recibieron el Hult Prize 2019 en la sede de la
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Para vivir con seguridad esta aventura, es indispensable llevar:
El hospedaje se hace en cabañas o en la casa de las propias Mujeres Milenarias. El recorrido incluye traslados desde y hacia la central de autobuses de Nochixtlán. También puedes solicitar el traslado desde la ciudad de Oaxaca con un costo adicional. ¡Buen viaje!