La Jornada
En su primera visita a Veracruz en el 2020, el presidente Andrés Manuel López Obrador reiteró su voluntad de no pugnar por una reelección en su cargo. “Yo voy a estar poco menos de cinco años más. No va a haber reelección porque somos maderistas. Sufragio efectivo, no reelección. Ademas, no lo necesitamos porque si nos aplicamos 16 horas de trabajo a favor del pueblo, vamos a dejar sentadas las bases para que sea realidad la transformación y aunque regresen los conservadores -toco madera-, los corruptos, que ya no puedan dar marcha atrás a lo que va a quedar establecido”.
Durante su encuentro con las comunidades otomi, tepehua, huasteca y náhuatl, López Obrador aprovechó para darle un espaldarazo al gobernador veracruzano, Cuitláhuac García. “Es honesto, muy diferente a lo que había antes, para que recuerdo lo que había es preferible olvidar”.
En su largo discurso anunció que como parte de sus acciones para consolidar la denominada cuarta transformación que apuesta por los derechos sociales y su viabilidad presupuestal, está por enviar una iniciativa de reforma constitucional para que la pensión de adultos mayores, los apoyos a menores discapacitados y las becas a estudiantes sea un derecho constitucional.
En un acto frío entre los asistentes, López Obrador escucho las demandas de los pueblos originarios planteadas por Emir Hernandez, de origen náhuatl: “Tenemos recursos naturales, pero somos un pueblo que vive en la pobreza; los jóvenes migran, se sufre discriminación y racismo, enfrentamos situaciones de violencia, contradicción que se explica porque vivimos en una región de fuertes cacicazgos y el gobierno no ha apoyado actividades productivas”.
Pidió respeto para las comunidades indígenas, sus lenguas, tradiciones y formas de organización pero destacó especialmente que el año pasado la región padeció una aguda sequía que generó desabasto de maíz. Por ello es urgente programa de emergencia para frenar hambruna en la región.