Lo más representativo de la cultura oaxaqueña, desde los típicos bailables hasta su gastronomía que incluye chapulines asados, se disfrutará en el festival “Oaxaca y la Guelaguetza en Mérida” que se lleva al cabo en el Parque de la Paz.
Promovido por el Grupo Cultural Oaxaca Arte, Fiesta y Tradición, el festival arrancó el pasado sábado 11 y permanecerá hasta el 2 de febrero, brindando experiencias oaxaqueñas a los visitantes.
Como cada año (ya son diecinueve ediciones que se realiza en Mérida), el festival cuenta con exposición y venta de artesanías, entre las cuales no puede faltar el famoso barro negro, así como textiles y prendas típicas de las regiones de la entidad.
Pero sin duda lo que uno no debe de perderse es la comida y disfrutar desde los chapulines que, según los expertos, tienen un mayor aporte de proteínas que la carne, hasta las exquisitas y “enormes” tlayudas con frijol, quesillo y tasajo.
Los detalles del festival se dieron a conocer en una rueda de prensa que ayer ofrecieron Diana Velasco Leyva y Alberto Vázquez Sánchez, coordinadora general y director general y fundador del Grupo Cultural Oaxaca Arte, Fiesta y Tradición, respectivamente, y quienes expresaron que de nueva cuenta Oaxaca está en Mérida.
En el encuentro con los medios, Diana Velasco señaló que después de un año de gira por otros rumbos del país, la muestra regresa a Mérida. “Nos da gusto regresar a este lugar maravilloso con una cultura formidable”, señaló.
Por su parte, Alberto Vázquez indicó que en la muestra participan 56 puestos que ofertarán diferentes productos como quesillo, mole negro, mezcal, pan de yema, pan de fiesta, helados y tamales.
Además, “Oaxaca y la Guelaguetza en Mérida” ofrecerá todos los días actividades para el disfrute de los visitantes, entre ellas las tradicionales danzas de las ocho regiones de Oaxaca. También habrá cantantes que interpretarán temas representativos del estado natal del compositor Álvaro Carrillo.
Los días uno y dos de febrero se presentará en el lugar la banda Sinfónica Infantil y Juvenil “Basit” de Santa María Tlaxiaco.
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