La Jornada
La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) hizo un llamado para realizar “una reforma de fondo” al actual sistema de pensiones, en la que el trabajador sea “la prioridad y centro de la discusión”.
En las 3 reformas pensionarias que se han realizado en la historia reciente del país “el trabajador ha sido ignorado porque se han hecho para salvar el presupuesto; es decir, sólo se han realizado cambios para que le alcance al gobierno, sin considerar un punto indispensable que es que le alcance al trabajador”, señaló Gustavo de Hoyos Walther, presidente de la Coparmex.
Es urgente, advirtió, replantear el sistema de pensiones actual que entró en funciones de 1997. Aunque lo calificó de “adecuado”, sostuvo que se debe aceptar que enfrenta problemáticas que no pueden seguirse postergando. “Esta situación ya nos pisa los talones, seguir en la inacción, simplemente sería irresponsable”, dijo.
Un sistema de pensiones justo y solvente, con alcance para todos e ingresos suficientes para los adultos mayores
La Coparmex propuso que en la nueva reforma al sistema de pensiones se garanticen cuatro principios fundamentales: alcance, suficiencia, solvencia y justicia para que “el sistema de pensiones se convierta en un mecanismo que asegure una vejez digna para todos los mexicanos” y resuelva la problemática actual.
Justicia porque los trabajadores que día a día construyen México deben contar con una vejez digna, dijo Gustavo de Hoyos.
Alcance en cuanto a que todos los mexicanos accedan al sistema de pensiones, incluidos los que trabajan por cuenta propia para que puedan incorporarse a un plan de cotización.
Suficiencia para que los adultos mayores tengan garantizado un ingreso suficiente que cubra sus necesidades básicas y gocen de un retiro digno lo que implica, señaló el dirigente del sindicato patronal, una mayor aportación de trabajadores, pero también de patrones y gobierno.
Solvencia referida a que existan recursos suficientes para cumplir con las obligaciones pensionarios pero, advirtió, “evitando a toda costa promesas sin sustento económico y financiero”.
Las cifras alarmantes: prevalencia de informalidad y pensiones de menos de la tercera parte del último sueldo
Gustavo de Hoyos aseveró que las cifras actuales sobre las pensiones “son alarmantes, y más aún si consideramos que el dinero que reciben los pensionados no es suficiente para solventar una vejez digna”.
Actualmente, 57 por ciento de la población ocupada de México es informal y no cuenta con seguridad social, destacó.
Entre los trabajadores formales que accederán a una pensión, explicó, la tasa de reemplazo actual, referido al monto que reciben los trabajadores cuando se jubilan, oscila entre el 20 y 30 por ciento de su último sueldo.
Es la tasa más baja entre los países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), a la que pertenece México, y refleja el poco ahorro que realiza la población, en promedio de apenas 6.5 por ciento de su salario en contraste con el nivel internacional es de dos o tres veces más.
Además, la prevalencia de la informalidad en el mercado laboral mexicano impide que la mayoría de los trabajadores cumpla con las mil 250 semanas o 25 años de trabajo que marca la ley para poder acceder a su pensión.
Tan sólo 25 por ciento de la llamada “generación Afore”, es decir los trabajadores que comenzarán a cotizar a partir de la reforma de 1997 lograrán cumplir el total de semanas para alcanzar una pensión mínima garantizada, y ellos representan tan sólo 4 por ciento respecto a la población total.
Adicionalmente, aseveró que el sistema actual es costoso y representa fuertes presiones para las finanzas públicas. Para este año el monto destinado a las pensiones asciende a un billón de pesos, 6 por ciento más que el año pasado y equivale a lo que el gobierno federal prevé recaudar por concepto del impuesto al valor agregado (IVA), representa 4.2 por ciento del producto interno bruto (PIB) del país y 18 por ciento de todas las erogaciones del gobierno.
Educación financiera y promoción del ahorro voluntario
Junto con la reforma, De Hoyos sostuvo que es necesaria la educación financiera e incentivar el ahorro voluntario entre los trabajadores, además de plantear mecanismos que faculten a las empresas para promover el ahorro de largo plazo entre sus empleados a través del ahorro voluntario colectivo.
Ponderó que desde hace dos décadas, los empresarios afiliados a la Coparmex han impulsado “propuestas centradas en el trabajador, enfocadas a fortalecer su bienestar y el de sus familias”, como parte de su agenda prioritaria.
Así sucedió con la llamada Nueva Cultura Laboral para dignificar la relación entre patrones y trabajadores, y luego con la Nueva Cultura Salarial, mediante la cual se propuso una serie ordenada de incrementos al salario mínimo general, lo cual ya cumplió su primera meta porque se alcanzó a cubrir la línea de bienestar individual, lo que no ocurría desde hace 28 años.