La Jornada
La dependencia física de los adultos mayores se relaciona directamente en el aumento de las necesidades de salud, la hospitalización y los cuidados a largo plazo incrementan el impacto económico.
El maestro Aarón Salinas Rodríguez, investigador del Instituto Nacional de Salud Pública, presentó un estudio dirigido a la estimación de los gastos generados por las necesidades de atención médica y cuidados de los adultos mayores.
De acuerdo con el estudio, en adultos con alguna dependencia física, el gasto total trimestral en salud fue mayor.
Las personas que presentan dificultades para llevar a cabo actividades de la vida diaria gastan cuatro veces más, en comparación con adultos no dependientes. Lo que significa que las personas con dependencia destinan a servicios de salud y cuidados 8,034 pesos trimestrales en promedio.
“El gran miedo de las personas mayores es la dependencia, antes que la muerte, pues esta implica que no pueden seguir realizando su vida cotidiana. Pero, además, implica un costo económico muy grande del cual poco se sabe”, expresó Salinas Rodríguez.
