5 Pueblos Mágicos en Oaxaca que no te puedes perder

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Cultura, naturaleza, tradiciones y gastronomía son algunos de los principales motivos para visitar los rincones de Oaxaca. Sus Pueblos Mágicos son parte de esa riqueza y aquí te damos cinco de ellos que no te puedes perder antes de que acabe el verano:

1. Capulálpam de Méndez

Los viajeros disfrutarán, desde su llegada, de las hermosas vistas que ofrecen las montañas que rodean a la comunidad que se encuentra enclavada en la Sierra Norte.

En la plaza central se levanta la Parroquia de San Mateo. Sus 300 años de historia y belleza fue, para muchos, motivo suficiente para su denominación como Pueblo Mágico en 2008.

El pequeño poblado de mil 467 habitantes es reconocido como un centro de medicina indígena tradicional que ofrece al visitante medicamentos elaborados con hierbas y plantas de la región.

Ahí también pueden tomar baños de temazcal para después disfrutar de un relajante masaje. Para quienes quieran vivir la experiencia de una tradicional limpia, Capulálpam es la opción.

Entre la comida tradicional están el mole coloradito, armadillo y chiles rellenos. El mezcal y el tepache son las bebidas que destacan. Un café de la región se puede acompañar con pan de yema y pinole.

Sus artesanías reflejan las tradiciones del poblado con sus prendas de algodón blanco, de hilo de artisela y de lana. El telar de cintura es una actividad que se mantiene para la elaboración de sarapes, chales, jorongos, cambayas, cortinas y rebozos. Con la madera crean muebles, cruces de cedro, tambores, teponaxtles, sonajas, flautas, violines y máscaras.

2. Huautla de Jiménez

Su atractivo más famoso es “Cosmovisión y legado de la Sacerdotisa de los Hongos, María Sabina”, es un lugar lleno de misticismo donde se realizan rituales de sanación, y para conocer más sobre las formas indígenas de vivir y orar cuenta con su propio espacio para hospedarse.

Al ubicarse en la llamada región Cañada Mazateca, destaca por el Turismo de Naturaleza que se puede practicar en sitios como las grutas de San Agustín, la cascada Velo de Novia, el cerro de la Adoración y el río Teoti.

Para conocer un poco de su historia hay que visitar la única iglesia del lugar, fue construida en 1766 para San Juan Evangelista. Otro de sus monumentos representativos es la Torre del Reloj, se ubica frente al Palacio Municipal.

Los platillos típicos son el pilte, el tesmole, los quelites, el caldo y barbacoa de chivo y res; así como sus atoles y café.

Los huipiles y bordados a mano se pueden adquirir con los artesanos del lugar.

3. Mazunte y sus playas

El mayor atractivo son sus playas y el Centro Tortuguero Mexicano. La pequeña población de 873 habitantes se caracteriza por su trabajo de conservación de animales como los cocodrilos.

Un centro ceremonial es parte de los sitios que hay que conocer, es Punta Cometa, ahí los visitantes van en busca de sanación y abundancia, además de apreciar una vista del mar de 180 grados. También es un recinto ecológico donde se preserva especies endémicas de la zona.

En La Ventanilla se observa una formación rocosa por la que esa playa lleva su nombre, ahí se puede realizar un paseo en lancha por la laguna para conocer el manglar y observar las aves, iguanas y cocodrilos en su hábitat natural.

La playa San Agustinillo la puede disfrutar toda la familiar por sus tranquilas olas, que, además, tienen el tamaño ideal para quienes practicar el surf amateur; también se puede bucear y snorkelear para su zona de corales marinos.

Por las mañanas los pescadores de Mazunte salen a hacer su labor, y el resultado es el pez aguja, que se puede degustar de diversas formas, es un platillo ya típico del Pueblo Mágico.

4. San Pablo Villa de Milta

La zona arqueológica de Mitla, catalogada como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 2010, es la segunda zona ceremonial de la cultura zapoteca más importante dentro del territorio oaxaqueño después de Monte Albán. El costo de acceso a los cinco conjuntos arquitectónicos monumentales es de 70 pesos.

A 13 minutos de distancia se encuentra el centro prehispánico: Yagul, entre sus construcciones destaca la cancha para el Juego de Pelota, es reconocido como el segundo más importante de la antigua Mesoamérica.

Mitla muestra su Iglesia de San Pablo Apóstol que fue construido en el siglo XVI. Haciendo un recorrido a pie más adelante se encuentra el Museo Frisell, una Exhacienda de Xaagá del siglo XIX que alberga obras de arte zapoteco y mixteco.

A poca distancia también se encuentran las famosas cascadas petrificadas de Hierve el Agua.

Los platillos que destacan son los moles negro, verde, amarillo y colorado; el hígado con huevo y la segueza. En bebidas se pueden disfrutar el chocolate de agua, el atole de maíz o de panela, el chocolate-atole, el tejate, el pozole, el agua de chilacayota, el tepache, así como el mezcal.

5. San Pedro y San Pablo de Teposcolula

Es una comunidad dentro de la región Mixteca que alberga un exconvento dominico con su nombre. El recinto del siglo XVI tiene en su interior pinturas al óleo y muebles de madera de la época.

La Casa de la Cacica es otro de sus atractivos, ya que ahí vivió la última reina de la cultura Mixteca.

También puedes conocer las capillas de Santa Gertrudis y de San Francisco; los templos de Guadalupe Tixá, de San Miguel Tixá, de San Felipe Ixtapa

Entre sus atractivos naturales destacan: El peñasco, Los Tres Arbolitos, El Fortín y La Peña de León y Buena Vista.

En la comida no se puede dejar de disfrutar el tradicional mole negro con guajolote, la barbacoa de borrego o de res, acompañados de una bebida refrescante como el tepache o un pulque “curado” con aguardiente, además del mezcal, vino jerez o rompope.

En postres hay una gran variedad: leche quemada, encaladas, pan de yema, cocol, nicuatole, calabaza en tacha, suspiros de monja y dulces cristalizados.

El Financiero