La Jornada
Pese a la recomendación de las autoridades de Salud ante la propagación del coronavirus, de preservar la sana distancia, no realizar actos con más de 5 mil personas y evitar saludos de mano, el presidente Andrés Manuel López Obrador encabezó ayer la ceremonia de clausura del curso de formación inicial para la Guardia Nacional, en la que no se acataron estas medidas preventivas.
Ayer se informó que en el centro de adiestramiento especializado de la policía militar, en el campo militar número 37-C, hubo 5 mil 400 asistentes, entre 2 mil 740 egresados, familiares –2 mil de ellos en las gradas–, invitados especiales y prensa.
En el presídium, el Presidente, autoridades civiles –los secretarios de Gobernación, Olga Sánchez Cordero; de Seguridad, Alfonso Durazo, y el gobernador Alfredo del Mazo– y mandos castrenses –encabezados por los titulares de la Defensa Nacional, general Luis Cresencio Sandoval, y de Marina, almirante Rafael Ojeda– saludaron de mano a unos 120 egresados a quienes entregaron reconocimientos.
Al final de su discurso, el mandatario aludió a una de las medidas preventivas: Aunque sea de lejos, de sana distancia, les mando un abrazo afectuoso a los familiares y a ustedes.
La ceremonia se realizó luego de que el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, reiteró posponer o reprogramar todas las congregaciones masivas superiores a 5 mil personas en los ámbitos público, social o privado.
El Presidente pidió a los guardias nacionales resistir propuestas indecorosas y no caer en la corrupción, y el general Luis Rodríguez Bucio, comandante de la corporación, afirmó que no habrá excesos, abusos, corrupción, maltrato y deslealtad.
Antes de que el mandatario arribara, tras más de dos horas bajo el sol, algunos familiares chiflaron por un retraso en la ceremonia, prevista para las 10 de la mañana. Una hora y 20 minutos después, López Obrador ofreció una disculpa: Tuvimos asuntos que tratar de cierta urgencia y por eso nos demoramos.