El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) no trabaja con personas, sino con razones sociales o empresas en la adjudicación de compra de ventiladores para pacientes con COVID-19, afirmó este sábado Claudia Díaz Pérez, titular de la institución en Hidalgo.
“Desconocemos quiénes son las personas y si las características que estábamos buscando eran las que nos proporcionaban (las empresas), pues es el motivo por el que se compran (los equipos)”, explicó en conferencia de prensa.
En el proceso, se entregó un contrato por 31 millones de pesos a la empresa Cyber Robotics Solutions, propiedad de León Manuel Bartlett Álvarez, hijo de Manuel Bartlett, actual director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), de acuerdo con una investigación hecha por Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).
Al respecto, la doctora subrayó que en ese proceso, el órgano control del Instituto solo verifica que las empresas que participan no estén sancionadas.
Díaz remarcó que en la adjudicación de la compra de ventiladores privilegió la entrega inmediata
“Por tratarse de una emergencia nacional, donde lo importante es la vida de los pacientes, es que se hizo este procedimiento de compra local a empresas que ofrecían la entrega inmediata”, dijo.
La cotización también tomó en cuenta “que se cumplieran con las características de disponibilidad de piezas y las características técnicas de un ventilador para adulto pediátrico”.
Con base en estas disposiciones y después de realizar un estudio de mercado, el IMSS Hidalgo determinó los rangos de costo bajo y alto y se solicitó el oficio de liberación de inversión para la compra de los mismos.
Díaz detalló que se invitó a participar en el proceso a cuatro empresas: Cyber Robotics Solutions, Conduit Life, Lorena Saenz Mondragón y Comercializadora Saura.
Sobre la primera empresa, MCCI indicó que esta vendió sus ventiladores en un millón 550 mil pesos, “el precio más alto desde que se declaró la emergencia sanitaria por COVID-19”.
Al respecto, la titular del IMSS en Hidalgo subrayó que los precios son determinados por un mercado que considera a los ventiladores como “un equipo de soporte de vida”.
Argumentó además que la pandemia del COVID-19 no solo ha encarecido los respiradores, sino gran parte de los insumos que se utilizan para atender a pacientes infectados.
“No se trata de una situación de ahorro o de economía, sino de salvar vidas. Esa es la misión más importante del IMSS en este momento”, remarcó.
Como parte del proceso, se adjudicó la compra de 24 ventiladores: 20 a Cyber Robotics Solutions, dos a Conduit Life y uno a Lorena Saenz Mondragón. Díaz aclaró que Comercializadora Saura no concluyó el proceso.
La variación de los precios va desde 880 mil hasta un millón 700 mil pesos, indicó Díaz.
El Financiero
