Forbes
En los últimos cinco años, el nivel de paz en México se ha deteriorado un 27%, y el 2019 fue el peor en dicho lapso, puesto que 23 estados empeoraron en su calificación y nueve mostraron mejoría.
Dicho deterioro durante el último quinquenio se debe a que la tasa nacional de homicidios se incrementó 85.9%, ya que en 2015 la tasa de muertos era de 15.1 por cada 100,000 habitantes, la cual cambió a 15.1 para 2019, de acuerdo con el Índice de Paz México 2020.
Además, durante tal lapso de tiempo la tasa de delitos con violencia se elevó 39.8%, mientras la referente a crímenes sexuales creció un 59.5%.
A nivel nacional, la tasa de delitos cometidos con arma de fuego aumentó más del doble, dado que pasó de ser 13.6 por cada 100,000 habitantes hace cinco años, a 29.6 para el último registro, detalló el reporte.
En cuanto los niveles del crimen organizado, dicha cifra aumentó un 46.2%, donde la mayor afectación se fue el narcomenudeo, el cual subió un 75.4%.
2019, el menos pacífico
Desde que se aplicaron nuevos estándares de medición para la paz en 2015, el año pasado fue que registró peores niveles de tranquilidad en el país, puesto que 23 estados de la república mostraron calificaciones negativas, alertó el documento.
En tal año, México obtuvo un retroceso del 4.3% en el índice de paz, lo cual representa un deterioro por cuarto año consecutivo, lo cual se pudo deber al aumento del 24.% en los crímenes de la delincuencia organizada.
Aunque la tasa de deterioro en el Índice de Paz México se ha desacelerado en comparación con 2017 y 2018, la calificación general retrocedió 11.4% y 6.1%, respectivamente.
Asimismo, los homicidios crecieron 1.4% en ese periodo de tiempo, lo cual representa un aumento menor en comparación con el incremento del año anterior de 15.7%.
“A nivel nacional, la calificación de delitos con violencia empeoró 3.4% en 2019, principalmente a causa del incremento de 18.3% en la tasa de delitos sexuales”, advierte el texto.
Acciones diferentes y coordinadas.
Dicho estudio identificó cuatro principales dinámicas de violencia en el territorio nacional, por lo que se requiere de políticas públicas diferencias pero articuladas entre sí, señaló el director en México para el Instituto para la Economía y la Paz, Carlos Juárez.
Las principales violencias que se reconocieron fueron las referentes a la política; las oportunistas, las cuales incluyen la extorsión y el robo; la intrapersonal, que comprende las agresiones sexuales y en el hogar; los conflictos de cárcel, que adhiere homicidios y conflictos armados; así como lo referente a los enfrentamientos de los grupos criminales.
Para atender estos problemas se necesitan estrategias integrales, que estén articuladas en un corto y mediano plaza, insistió Carlos Juárez.
“Se requiere poner énfasis en la impunidad, en la falta de inversión suficiente para el sistema de justicia penal y en los altos índices de percepción de corrupción”, subrayó.
En ese sentido, los programas deben organizarse unos a otros, ya que los hechos delictivos no son aislados; además es indispensable contar diagnósticos adecuados e indicadores que miden la efectividad de cada invención, sentenció.
