Oaxaca de Juárez conserva aspecto monumental a 33 años de incluirse como Patrimonio Mundial

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La ciudad de Oaxaca de Juárez cumple hoy, 11 de diciembre, 33 años de haber sido inscrita en la lista de ciudades Patrimonio Mundial, en conjunto con la zona arqueológica de Monte Albán. Con profundas raíces indígenas y fundada mucho antes de la llegada de los españoles, la capital del estado se ha desarrollado a lo largo de más de cuatro siglos como evidencia de la fusión de dos culturas: la indígena zapoteca y la española, señala la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en sus consideraciones como Valor Universal Sobresaliente.

El Centro Histórico de Oaxaca es el segundo más grande del país (después de la Ciudad de México) y ello representa un desafío para una metrópoli moderna manteniendo el armonioso paisaje urbano y la imagen de una ciudad antigua con amplias raíces culturales indígenas y novohispanas y su arquitectura icónica, producto de cuatro siglos de desarrollo.

Tres fueron los principales criterios considerados para inscribir a la ciudad capital entre el selecto listado de Ciudades Patrimonio Mundial, reconocimiento que llegó el 11 de diciembre de 1987, a saber: Oaxaca fue la primera ciudad establecida en la Nueva España durante el siglo XVI con bloques cuadrados de 100 yardas por lado y planificada desde una plaza central. Los iconos de los poderes económicos, políticos y religiosos se construyeron alrededor de la plaza central, dando dinamismo a la ciudad y contribuyendo al urbanismo universal. El diseño de la red de la ciudad de Oaxaca es un ejemplo único de urbanismo en la Nueva España en el siglo XVI.

Su estructura aún conserva la cuadrícula original que se remonta a la época colonial. El centro de la ciudad forma un polígono compuesto por 482 manzanas, de las cuales 240 se encuentran en el núcleo del Centro Histórico y 242 en la zona de transición.

Un segundo criterio se centra en que la estructura urbana del Centro Histórico, que fue adoptado en otras ciudades coloniales y aún muestra claramente sus raíces históricas. El Centro Histórico de Oaxaca comprende un área de cinco kilómetros cuadrados, 247 bloques y 1,200 monumentos catalogados de arquitectura civil y religiosa, a pesar de los terremotos que se han documentado en varias ocasiones y han afectado su arquitectura.

Destacan el templo y convento de Santo Domingo, la Catedral, el zócalo, sus construcciones de cantera y balcones, la Basílica Menor de la Soledad y el convento anexo que, tras la Guerra de Reforma fue ocupado como centro correccional, una escuela y la Procuraduría General de Justicia y hoy aloja el Palacio Municipal del Ayuntamiento de Oaxaca de Juárez, el Jardín Etnobotánico, el teatro “Macedonio Alcalá”, entre muchos otros atractivos.

El tercer criterio, de acuerdo con el documento de la UNESCO, tiene su principal argumento en que Oaxaca de Juárez está diseñada como tablero de control y “la arquitectura se ha desarrollado a lo largo de más de cuatro siglos como evidencia de la fusión de dos culturas indígena (zapoteca) y española”.

Oaxaca de Juárez debió transitar un largo camino para ser enlistada como patrimonio mundial. Su belleza por siempre ha sido un atractivo para visitantes. El 15 de marzo de 1976, el Gobierno Federal publicó en el Diario Oficial de la Federación el decreto de Zona de Monumentos Históricos de la Ciudad de Oaxaca. El 16 de diciembre de 1993 se firmó un acuerdo entre el Instituto Nacional de Antropología e Historia y el municipio de la ciudad de Oaxaca para la creación de la Oficina de Servicio Público.  El 23 de diciembre de 1997 el Gobierno del Estado de Oaxaca publicó en el Diario Oficial el Plan Parcial para la Conservación del Centro Histórico de la ciudad de Oaxaca que estipula los usos del suelo y propósitos, entre otros.

El Consejo Internacional de Monumentos y Sitios de la UNESCO identifica al binomio ciudad de Oaxaca-Monte Albán como el sitio 415 dentro de la Lista de Patrimonio Mundial en un documento fechado el 2 de diciembre de 1986, donde ya recomendaba incluirlos dentro de esa selecta inscripción, el documento fue difundido el 2 de abril del año siguiente y la inscripción llegó el 11 de diciembre de 1987.

En la recomendación de la UNESCO se recuerda que el alarife, Alonso García Bravo, trazó la ciudad basado en una cuadrícula urbana con un patrón regular de bloques de 84 metros por lado. De acuerdo con los historiadores, la otrora ciudad de Antequera tenía 5 mil habitantes en 1529; para 1987, en el momento de la inscripción como ciudad Patrimonio Munidial, la UNESCO señala una población de 120 mil personas.