El mega apagón en doce estados de la República Mexicana es el más severo revés a la iniciativa preferente en materia de reforma eléctrica que promueve el presidente López Obrador en la Cámara de Diputados.
Aun cuando de manera por demás irracional, se ha pretendido que la rueda de la historia gire hacia atrás, la terca realidad termina por imponerse y demostrar que es ilógico e incongruente.
Aceptando sin conceder que el motor de la historia es la lucha de clases en tanto que la máxima ley universal es la ley de los contrarios, ésta busca el desarrollo y progreso, no la involución.
De manera racional, lógica y congruente, el movimiento intelectual humano tiende a avanzar hacia adelante naturalmente y a generar logros y crecimiento, especialmente, científico y tecnológico.
Es de lamentar que ello no ocurre así cuando los gobiernos imponen a su gestión una alta carga política-ideológica que empaña, obnubila y ciega su visión por el fanatismo fundamentalista.
Doloroso es reconocer que este es el caso del gobierno de la Cuarta Transformación impulsado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, cuya visión es a contracorriente del desarrollo real.
Ejemplo de ello es su obsesión por regresar a la utilización de combustibles fósiles, combustóleo y carbón, en la generación de energía eléctrica, cuando en el mundo se producen energías limpias.
Es la misma actitud y decisión que campea en la construcción de la nueva refinería de Dos Bocas en tiempos en que el mundo privilegia el abandono de la gasolina y produce autos eléctricos.
En forma por demás reiterativa y hasta machacona, se ha advertido que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) no tiene la capacidad suficiente para garantizar el abasto a nivel nacional.
Ante cualquier contingencia han sobrevenido los cortes de energía eléctrica que afectan a millones de personas en amplias regiones del país como ocurrió con el mega apagón del pasado lunes.
Dejar sin electricidad a doce estados manda un pésimo mensaje a los inversionistas, toda vez que pueden reconsiderar el destino de sus capitales al no tener garantizado el suministro de energía.
La creciente crisis económica provocada por la pandemia, se agrava por la falta de servicio de energía por el mega apagón al afectar a las principales entidades federativas industrializadas.
En contrapartida, recientemente por razones político-ideológicas de compra y cooptación del voto, la CFE condonó un adeudo por más de 11 mil millones de pesos a 600 mil tabasqueños.
A pesar de presumir en su publicidad ser una empresa de clase mundial, la Comisión Federal de Electricidad arrastra números rojos por un déficit histórico e irónicamente, se le descapitaliza.
Resulta increíble por inaceptable que entre los técnicos de la CFE, algunos altamente calificados, nadie se haya atrevido a prever posibles contingencias por cuestiones ajenas a su voluntad.
Consecuencia nada extraña, cuando se anteponen criterios políticos-ideológicos a los técnicos, estrictamente ajenos a ambiciones y obsesiones por mantenerse en el poder a toda costa.
Los técnicos de la Comisión Federal de Electricidad como los de Petróleos Mexicanos no son ineptos, al contar con certificación de calidad, quienes actualmente les administran, sí, lo son.
Sin embargo, es la dinámica del desgobierno de la 4T: nos quedamos sin gasolina por la “lucha contra el huachicol”, sin medicinas por la “corrupción” y sin vacunas Covid porque las “acaparan”.
Ahora, millones de mexicanos se quedaron sin servicio de energía eléctrica por el mega apagón provocado por la falta de gas importado de Estados Unidos, cuando podemos extraerlo en México.
No obstante, actuando con buena fe y voluntad política todos los problemas en el mundo tienen solución y en este caso es imperioso generar energías limpias para evitar futuros mega apagones.
Bendecida por Dios y la naturaleza, Oaxaca, la Gran Señora del Sur, es privilegiada al contar en la región del Istmo de Tehuantepec con las condiciones óptimas para generar energías limpias.
Imperioso es respetar y hacer respetar la Ley para evitar abusos y excesos por parte de los inversionistas nacionales y extranjeros en la creación de parques eólicos en la región del Istmo.
Indispensable es, por supuesto, garantizar las inversiones multimillonarias de los empresarios nacionales y extranjeros que se atrevan a venir al Istmo de Tehuantepec a arriesgar sus capitales.
El mega apagón del pasado lunes provocado por la falta de gas importado de Texas, es una severa llamada de atención en la construcción del gasoducto prevista en el Corredor Interoceánico.
Si bien es cierto que las empresas a instalarse en los diez parques industriales del Corredor Interoceánico requieren de gas, no es menos cierto que hay que prever el déficit en su producción.
Afortunadamente, no hay mal que por bien no venga, y el mega apagón en doce estados de la República Mexicana es el más severo revés a la reforma eléctrica que promueve el presidente.