El ex reo que se ‘coló’ en Palacio para pedir ayuda a AMLO

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Reforma

El joven que logró colarse ayer hasta la conferencia del Presidente Andrés Manuel López Obrador, José Luis González Quiñones, fue detenido el 18 de noviembre de 2017 por posesión de metanfetaminas.

De acuerdo con información de autoridades judiciales, el nativo de Gómez Palacio, Durango, fue arrestado en posesión de narcóticos con fines de comercio, ya que poseía 15 bolsas con clorhidrato de metanfetamina, con un peso neto de 1.61 gramos.

Dentro de las diligencias realizadas por el agente del Ministerio Publico se determinó que el detenido era “adicto o farmacodependiente al narcótico”.

Dos días después de su arresto, González Quiñones fue puesto a disposición de un juez de Control, que lo vinculó a proceso y le dictó prisión preventiva.

Un año después, en noviembre de 2018, fue sentenciado a 2 años de prisión y el pago de una multa de casi 4 mil 300 pesos, en un procedimiento abreviado.

En noviembre de 2019 fue puesto en libertad definitiva por haber compurgado la pena.

De acuerdo con las fuentes, el hombre tiene otros antecedentes registrados en Plataforma México, por alterar el orden en la vía pública en estado de ebriedad, el 17 de enero de 2016 en Torreón, Coahuila.

En agosto de 2007, notas periodísticas dieron cuenta de la detención de González Quiñones, quien, con apenas 18 años de edad, fue acusado por presunto robo a casa habitación.

Ayer, burlando todos los filtros de seguridad civiles y militares de Palacio Nacional, el joven pudo entrar hasta el Salón Tesorería, donde el Presidente ofrece sus conferencias de prensa.

Una vez iniciada la mañanera, salió de atrás de la mampara y se acercó al Presidente para pedir ayuda, argumentando que las acusaciones en su contra le fueron imputadas de manera injusta, pues según su relato la droga le fue sembrada.

La irrupción de este hombre generó cuestionamientos sobre las condiciones de seguridad del jefe del Ejecutivo y del propio recinto, ya que existen diversos filtros de revisión y el lugar en el que supuestamente se ocultó es de acceso restringido para la Ayudantía presidencial, funcionarios federales y personal técnico.