Maribel Martínez/RIOaxaca
Lizett Arroyo Rodríguez o Liz Arroyo como la conocen sus amigos y gente que la quiere es militante del Partido Regeneración Nacional (Morena) y una joven abogada que se ha dedicado a promover la Cuarta Transformación que impulsa Andrés Manuel López Obrador en la capital y otras regiones de Oaxaca.
Nacida en Oaxaca de Juárez, parte de una familia de 5 hermanos, se ha desenvuelto en actividades altruistas a favor de los niños y de las mujeres oaxaqueñas desde hacer varios años. La solidaridad, el valor humano y las causas justas, mueven su caminar, dice en entrevista para RIOaxaca.
Egresada de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), forma parte de una familia empresarial que se dedica a varias actividades, entre ellas la construcción, bienes raíces y además de ser madre de 40 niños los fines de semana -en alusión a su activismo social en favor de los derechos humanos, la alimentación y el cariño de niños en situación de abandono y discapacidad-.
Conocida como Liz, inició sus labores a los 17 años en una casa hogar para niños con discapacidad.
“Eso me ha dado grandes satisfacciones – su labor social- y fortaleza; -mi activismo- han marcado mi vida y ha formado parte de lo que soy ahora”, dijo.
Lizet ha dedicado gran parte de su vida a apoyar a niñas, niños y mujeres que han sido víctimas de violencia de género y situación de pobreza.
En su trayectoria laboral
encontramos que forma parte de la asociación civil Trabajar para Oaxaca, Juntos Avanzamos A.C., que se enfoca a apoyar a la población vulnerable de las colonias populares de la ciudad de Oaxaca de Juárez.
Humana, solidaria y líder, la califican sus amigos y su círculo social que convivó con el equipo de este medio.
Así, Liz, en 2016 fue precandidata a la presidencia municipal de la capital oaxaqueña por la coalición PAN-PRD donde logró gran aceptación de la ciudadanía. Sin embargo, por temas ajenos ella, no obtuvo la nominación.
A pesar de eso, Lizeth narra cómo continuó su labor a favor de los ciudadanos, logrando así el reconocimiento de las y los habitantes de las agencias y colonias de Oaxaca de Juárez.
Si alguien conoce la problemática social, económica y política de la zona, es Liz, y sentada en medio de una modesto sillón, abunda que dotar de servicios básicos, fortalecer los servicios de salud, vivienda, fuente de empleo y mejores espacios educativos es uno de los pendientes permanentes que los políticos no han logrado.
Al preguntarle directamente, ¿Liz es política? Con sutileza responde, soy ciudadana que creo en la igualdad sustantiva y la distribución equitativa de la riqueza. Política, no. Justa y luchadora, sí.
Así, Liz Arroyo asegura que su labor no terminará con el tema partidista electoral y dice, “las mujeres de causas son de elecciones, sino de convicciones; las elecciones son, para políticos, los problemas sociales son para los luchadores. La política electoral solo es una vía, necesitamos hombres y mujeres de Estado. Y eso, no depende de mí sino de ciudadanía” finaliza con firmeza.
Así, entre silencios y pasos firmes la activista se aleja de la pequeña oficina que permitó conocer a la mujer sensible pero audaz que la gente conoce como Liz Arroyo.
