Animal Político
Cada uno de los maestros, jubilados o becarios que respondieron a la convocatoria de la SEP para crear los contenidos de los nuevos libros de texto gratuito deberán elaborar sus propuestas pedagógicas entre el 29 de marzo y el 4 de abril, aunque no recibirán remuneración económica debido a que el país atraviesa por un “periodo electoral” y cualquier pago “podría malinterpretarse, manchando el proceso”.
Así lo explicó Marx Arriaga, director general de Materiales Educativos de la SEP, en un video enviado al chat de whatsapp “Convocatoria LTG”, creado el 18 de marzo para enviar avisos a los más de 200 participantes en el proceso de creación de contenidos de 18 nuevos libros de texto gratuito.
En otro mensaje de voz enviado este jueves, Arriaga dijo a los integrantes que su participación se trata de “una cuestión vocacional” en “algo histórico que tendrá implicación en su currículum. ¿No sería hermoso que si su material es seleccionado, se señale ‘diseñado por’ y se coloque ahí su nombre acompañado de la institución que representan? Todo un orgullo poderle decir a nuestros hijos, a nuestros alumnos ‘yo cree esa actividad’”.
Por primera vez, la SEP decidió que el diseño de los nuevos contenidos de los libros de Español, Ciencias Naturales, Historia, Geografía y atlas, de tercero a sexto grado de primaria, no los hicieran expertos en cada una de las materias, con pedagogos y especialistas en diseño editorial, sino maestros de grupo, jubilados, investigadores o becarios en menos de dos meses.
Por lo tanto, les dijo Arriaga, “es tiempo de demostrar que la realidad no se diseña en un escritorio sino en un trabajo colectivo”, y les pidió que en el actual periodo vacacional “reflexionaran” sobre la propuesta de contenidos que entregarán con base en su experiencia, porque la fecha límite para entregar sus propuestas es el 4 de abril.
También aseguró que la capacitación de 8 horas que los maestros recibieron a través de cuatro videos desde el 23 de marzo no pretendía darles habilidades para crear los libros, sino “coordinarlas en un esfuerzo colectivo, porque ustedes son los verdaderos especialistas”.
La “capacitación que tomaron no les ofreció las herramientas para diseñar actividades pedagógicas, (porque) esa acreditación ya la poseían ustedes”, por eso les pidió que “no caigan en el desanimo leyendo notas como las que ofrecen ciertos medios de comunicación donde señalan que los equipos están compuestos por personas sin experiencia o donde la capacitación exprés no pudo enseñarles cómo realizar una secuencia didáctica”.
“El nuevo proceso” para crear libros
En sexenios anteriores, la creación de libros de texto iniciaba un año previo al ciclo escolar en el que se distribuirían porque requería de un trabajo que comenzaba con el análisis minucioso de los preceptos del plan de estudios, diseñar los ejes transversales, definir los aprendizajes esperados, diseñar las secuencias, orden de los aprendizajes.
Luego desarrollar un “plan de obra”, donde se definía desde el desarrollo de contenidos hasta el número de páginas. Integrar los grupos autorales que trabajaban en los contenidos y las ilustraciones que luego eran revisados por grupos evaluadores y posteriormente por Academias y hasta secretarías de Estado.
Las actividades propuestas se probaban entre maestros con sus alumnos y, en cada una de las etapas, se hacían los ajustes necesarios para evitar errores conceptuales, en iconografías o hasta erratas.
Esta vez el proceso comenzó en marzo con el lanzamiento de la convocatoria para los creadores de contenido dirigida a docentes normalistas, investigadoras, becarias, Consejos Técnicos Escolares, maestros, bibliotecarios, directivos, cronistas y maestros jubilados “que consideren al Libro de Texto Gratuito como un beneficio incalculable, como una inversión al futuro de nuestro país”.
Otra convocatoria para las ilustraciones dirigida a ilustradores es para artistas y artesanos en general, artistas urbanos, ilustradores, pintores, diseñadores gráficos, infógrafos y cartógrafos, escultores, dibujantes, fotógrafos, escenógrafos y grafiteros.
En ambos casos sin recibir pago, sino solamente reconocimiento por parte de la SEP, por lo que el gremio gráfico inició una protesta en redes sociales bajo el lema “No vivimos del aplauso”.
Además, se tiene previsto que los libros estén terminados en mayo para que haya tiempo suficiente para su impresión porque se prevé que sean distribuidos para el ciclo escolar 2021-2022 que comienza en agosto próximo.
A la primera convocatoria respondieron 2 mil 365 personas que recibieron un primer correo el 19 de marzo donde les explicaban que tenían que tomar una capacitación de 8 horas en cuatro videos que se pondrían a disposición en internet a partir del 23 de marzo y, al concluir, les aplicarían una evaluación final, que resultó ser el mismo examen que les aplicaron como evaluación diagnóstica antes de la “capacitación”.
Dos participantes de la convocatoria enviaron a Animal Político parte de la información que les han entregado. Ambas personas explicaron que al ser seleccionadas para la siguiente etapa recibieron un correo con la instrucción de subir sus propuestas pedagógicas a Google Classroom entre el 29 de marzo y el 4 de abril. “¡Estás a un paso de estar en el libro de texto gratuito!”, remataba el correo.
Se trata de las entrega de “secuencias didácticas”, es decir, los temas de una unidad temática y que está compuesta por un “inicio, desarrollo y cierre” con la recopilación de conocimientos que los niños deben adquirir, con un lenguaje acorde a la edad, las actividades a realizar de acuerdo a los contextos y conceptos teóricos.
Sin embargo, no han tenido ninguna otra comunicación respecto al resto del proceso, es decir, quiénes editarán las secuencias didácticas, cómo las revisarán y sobre todo, cómo unificarán las propuestas aisladas que están haciendo más de 200 personas sin tener claro la conceptualización del libro.
“Pegar retazos no significa escuchar las voces ni democratizar el proceso”, dice una de las personas que está participando, pero se dice decepcionada de la falta de claridad y, sobre todo, de respeto profesional a la labor de edición de un texto.
También les pidieron firmar dos documentos, un “acuerdo de confidencialidad” y una “carta bajo protesta de decir verdad”, que deben entregar junto con su propuesta pedagógica de la que no recibirán pago, pero sí cederán derechos de autoría.
En el acuerdo de confidencialidad se establece que “en caso de que la información resulte revelada o divulgada o utilizada por el participante de cualquier forma distinta al objeto de este Acuerdo, ya sea de forma dolosa o por mera negligencia, habrá de indemnizar al LA SEP los daños y perjuicios ocasionados, sin perjuicio de las acciones civiles o penales que puedan corresponder a este último”.
Mientras que en la carta, los participantes deben firmar que las propuestas entregadas a la SEP “no se encuentra en dictamen editorial en ningún otro lugar, ni en concurso alguno que pueda generar controversias posteriores con terceros”.